Una sensación "muy extraña" acompañó a José María de Sintas Zaforteza en su primer día como alcalde de Ciutadella, segundo si se tiene en cuenta el lunes en el que la celebración de Cincogema motivó que la Casa Consistorial estuviese cerrada, trocándose la jornada de trabajo en simple aproximación a la institución. Lo reconocía el popular a primera hora de la tarde en un encuentro en su despacho en el que De Sintas compartió sus primeras impresiones sobre el cargo después de haber mantenido diferentes reuniones a lo largo de una mañana soleada, espléndida.
"He tenido una sensación muy extraña, no sé, no estoy muy acostumbrado a este tipo de trato que implica detentar cierto poder, que no siento", explicaba el nuevo alcalde, quien comenzó su jornada a las ocho - "soy super puntual", afirmó- con una reunión en la que participaron Inmaculada González, Esperança Juaneda, Francisca Marqués y Auxiliadora Pons. "Está bien acompañado. Todo mujeres", le hago notar. "Sí- ríe- siempre he pensado que son más inteligentes", contesta provocando la sonrisa de sus compañeras.
Comenzó entonces una serie de reuniones- con los responsables de Personal, Recaudación y Compras, con el equipo del Área de Urbanismo, con el jefe de la Policía Local, encuentro éste último que tuvo lugar en la Prefectura, que De Sintas desconocía hasta ayer- "Me han gustado mucho las instalaciones, muy funcionales y muy luminosas, que bien poder trabajar con tanta luz natural", valoraba el alcalde.
Tras estos primeros intercambios, De Sintas volvió "Dalt la Sala". Poco antes de las 14 horas, todos los trabajadores de la Casa Consistorial habían sido convocados al Saló Gòtic donde el alcalde les animó a asumir con seriedad y responsabilidad sus funciones además de expresar su disposición a arrimar el hombro .
"Las puertas de mi despacho están abiertas para quien necesite hablar conmigo y yo intentaré ayudar en todo lo que pueda", aseguró el alcalde, quien tuvo que posponer la visita a otras dependencias municipales como Ca Sa Milionària, la Casa de Cultura o el Polideportivo Municipal, así como el "chequeo" que prevé realizar a todos los despachos. "Querría saber exactamente qué hace cada uno aquí", apunta.
Tras comer un bocata cerca del Ayuntamiento, De Sintas ha cumplió con las dos visitas que tenía concertadas por la tarde, de manera amena y amable (su experiencia en el trato con el público es innegable). Un poco contrariado por tener que desplazarse hoy a Palma por el debate de investidura de Bauzá - "me obliga a retrasar todo un día"- abandonaba su despacho cerca de las seis y media con un dossier bajo el brazo. "Voy a casa, veo un poco a la familia, sino no es plan, y continuo allí", comentaba a modo de despedida.
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