La sonrisa perenne de Águeda Reynés, que ha exhibido durante casi toda la campaña electoral, iluminaba ayer el rostro de la primera mujer que llega a la alcaldía de Maó. Una Casa Consistorial abarrotada de público, educado con Vicenç Tur, y entusiasta con Águeda Reynés, presenció la elección de la alcaldesa y el acto institucional que certifica el cambio histórico en este Ayuntamiento, con la holgada mayoría del PP (13 concejales) y con un único partido, el PSOE (8 ediles), en la oposición.
Reynés, después de jurar el cargo y con la vara de mando en sus manos, ofreció un discurso breve. Su primera palabra fue "responsabilidad". Afirmó que su equipo la tendrá desde el primer día en la gestión municipal. "Los electores -manifestó- nos han dado un crédito de confianza y habrá que devolvérselo con intereses". La única forma de hacerlo será "gestionando con eficacia", "atendiendo a los más necesitados" y "facilitando la actividad económica". La alcaldesa miró a José Ramón Bauzá y a Santiago tadeo, próximos presidentes del Govern y del Consell, para pedir la colaboración de otras administraciones. Citó después a Autoridad Portuaria, porque situó el puerto de Maó como eje central de la política municipal, un objetivo coincidente con el PSOE, como así lo destacó Reynés. Al hablar del puerto cambió de idioma y utilizó el castellano.
Águeda Reynés se refirió también a los partidos que no han conseguido representación y comentó que trabajará para todos los ciudadanos. Puso énfasis al valorar la "excelente disposición del partido de la oposición".
Para concluir destacó dos puntos concretos. El primero es la necesidad de fomentar el empleo y para ello considera prioritario el estímulo de la inversión empresarial. La otra cuestión que citó es "la delicada situación de las finanzas públicas" y destacó la austeridad que ya se ha puesto en marcha con la reducción de retribuciones y de cargos.
Que ella sea la primera mujer en alcanzar la alcaldía de Maó, "me da cierto orgullo personal", aunque después lo calificó de anécdota y de símbolo de la evolución social y de la igualdad.
Águeda Reynés estuvo acompañada por un gran número de autoridades. José Ramón Bauzá se desplazó a propósito a Menorca. Se sentó en el primer asiento, al lado de Joana Barceló. Marc Pons también estuvo presente, así como todos los nuevos alcaldes del PP de Menorca. El exalcalde Arturo Bagur no estaba entre los invitados.
Vicenç Tur intervino en la sesión de constitución de la nueva corporación y con un trato exquisito felicitó de nuevo a Águeda Reynés y su grupo. Se comprometió a ejercer "una oposición responsable y constructiva" y comentó que "coincidimos en proyectos con el equipo de gobierno". Después dijo a Águeda Reynés que "sus éxitos serán los de la ciudad de Maó". Tur comentó "la responsabilidad enorme de los dos grupos en el Ayuntamiento". Se refería a los partidos que no han conseguido un sillón en el Consistorio y cuyas inquietudes pretende representar. Vicenç Tur fue aplaudido por el público.
La ovación fue para la nueva alcaldesa, cuyo equipo toma el releva a 28 años de gestión socialista en Maó.
La votación fue secreta
Todos los concejales votaron a favor de que la elección de alcalde se realizara mediante votación secreta. Se presentaban los dos candidatos, Águeda Reynés y Vicenç Tur. Incluso antes de votar, Tur ya felicitó a su adversaria política y manifestó su intención de colaborar desde la oposición.
Los concejales podían elegir entre la votación secreta, la nominal y la habitual a mano alzada. Sin embargo, se decidió que cada edil depositara su voto en una urna. Los últimos que lo hicieron fueron los socialista, por lo que en el escrutinio llegó a ganar Vicenç Tur por 8 a 1.
Al final no hubo sorpresa y Águeda Reynés contó con los 13 votos de sus trece concejales, la mayoría más amplia de la historia local.
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