La Isla contará con un helicóptero, entre otros medios. - Archivo

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El operativo de extinción de incendios forestales que la Consellería de Medio Ambiente ha destinado este verano a Menorca será el mismo que operó el año pasado "por razones presupuestarias", según fuentes de la conselleria balear de Medio Ambiente. Así, Menorca dispondrá de una brigada terrestre compuesta por siete personas, un helicóptero con base en Ciutadella, una autobomba, dos unidades móviles de vigilancia y dos puntos de control fijos.

Las mismas fuentes recalcaron, no obstante, que el plan contra incendios siempre se ha planteado por el Govern desde una perspectiva balear y las unidades de vigilancia y actuación aérea, así como las brigadas terrestres que operan en cada Isla, pueden desplazarse en un corto espacio de tiempo a otro punto en caso de emergencia, como ha sucedido en el reciente incendio de la sierra de Morna en Eivissa.

De esta forma, el IBANAT (Instituto Balear de la Naturaleza) moviliza en total este año cerca de 400 efectivos; siete brigadas terrestres (con siete miembros cada una); seis autobombas; dos brigadas helitransportadas; cinco aviones y cuatro helicópteros (en Mallorca); cuatro aviones y dos helicópteros (en Eivissa) y un avión y una helicóptero en Menorca.

"Se puede hacer más"

El responsable de política territorial del grupo ecologista GOB, Miquel Camps, destacó ayer las mejoras introducidas en los últimos diez años en la lucha contra los incendios en la Isla, pero en su opinión "aún se puede hacer más". En este sentido, mencionó varias propuestas defendidas por el GOB y avaladas por los propios bomberos.

Una de ellas está basada en la creación de una línea o círculo de protección de las grandes masas boscosas de la Isla (Sa Roca, La Vall y la zona entre Son Saura y Binigaus) mediante la plantación y protección de encinas "es una especie más húmeda y está demostrado que frena el fuego y es menos propensa a los incendios", explicó.

Otra de las medidas es el aprovechamiento ganadero del sotobosque mediterráneo. Según Camps, mantener la limpieza del monte bajo es costosa y difícil y para evitar que se convierta en combustible en caso de incendio, los ecologistas proponen aprovechar las sinergias con el sector ganadero de la Isla. "Hay vacas que pueden eliminar la biomasa y el coste sería cero", apuntó. En su opinión, las dos medidas son "sostenibles y económicas".

Camps rechaza en cambio la solución de los grandes cortafuegos. En este sentido recuerda que los grandes incendios de los años 90 en Cataluña demostraron que no son efectivos si no son mantenidos. "La hierba que prolifera en estos espacios da oxígeno y yesca para expandir el incendio". En cambio defiende las franjas auxiliares creadas en Menorca, espacios junto a caminos y carreteras en los que se ha eliminado el sotobosque.

"Cuando hay más sombra, hay más humedad y por tanto menos combustible y además son perfectas vías de acceso para los bomberos", destacó.