Los candidatos coinciden en aplicar medidas de austeridad

El debate, que no permitió la participación del público, estuvo centrado básicamente en cuatro bloques temáticos. En materia económica, todos los candidatos coincidieron en la necesidad de aplicar medidas de austeridad en la gestión municipal. Ello, sin menoscabo del mantenimiento de los servicios esenciales del Ayuntamiento. En esta materia, la candidata del PP se quedó sola en la petición de solicitar una auditoría de las cuentas municipales.

Asimismo, los cuatro aspirantes a la alcaldía, se mostraron partidarios de acometer el proyecto de construcción de un nuevo colegio en Es Mercadal. Si bien, ninguno se quiso pronunciar de forma clara sobre su posible ubicación. Ésta quedaría supeditada a las previsiones que deberá contener el nuevo planeamiento urbanístico del municipio.

En materia educativa, Félix Ripoll, expresó su apoyo a la construcción en la población de un Centro integral de Formación Profesional. Iniciativa que también recogió Rosa Palliser.

En cuanto a la concesión de cierta autonomía al núcleo de Fornells, también los cuatro candidatos se mostraron partidarios de la constitución de una Junta de Distrito, que se formaría en base a los resultados de la mesa A de Fornells de las elecciones del 22 de mayo. En esta materia el representante de UME se mostró partidario de incluir en el ámbito territorial de la futura Junta de Distrito las urbanizaciones de Ses Salines y Playas de Fornells. Propuesta que contó con el rechazo frontal de Francesc Ametller.

Por último, como proyectos más significativos de las distintas agrupaciones políticas. Todas coincidieron en la necesidad de construir de un centro de día para mayores en Es Mercadal, con un anexo para la población de Fornells. Igualmente, hubo cierto consenso en la necesidad de acometer mejoras en las redes de abastecimiento de agua y de saneamiento. En cambio, el proyecto de construcción de una piscina climatizada, defendida con entusiasmo por Francesc Ametller, no fue considerado prioritario por Antònia Cantallops, ni contó con demasiado respaldo por parte de Rosa Palliser.