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Los trabajadores de Quesería Menorquina han comprado la empresa por el precio simbólico de un euro. Varios directivos y el presidente del comité de empresa, Antonio Olives, se trasladaron ayer expresamente a Badajoz para firmar en Mérida la compra de las participaciones de la factoría menorquina que estaban en manos de Carcesa, la sociedad del Grupo Nueva Rumasa que era propietaria del cien por cien de las acciones y que también se encuentra en proceso concursal.

De hecho, en el acto estuvieron presentes los cinco administradores concursales de Carcesa así como la juez de lo Mercantil de Badajoz. Por parte menorquina, además de Olives, asistieron el director general de Quesería, Jesús Esparza, el consultor de la empresa, Francisco Tutzó, y la consellera insular de Economía, Antònia Allès, quien ayer no quiso hacer ninguna declaración.

Para suscribir la operación de compraventa con la administración concursal de Carcesa, los trabajadores de Quesería se han constituido en sociedad laboral. Su creación cuesta a los empleados 1,7 millones de euros. Dinero que deberán poner de su bolsillo, al menos ésta es la cifra de las acciones calculada por los propios empleados y que les permitirá luchar por la subsistencia de la fábrica y el mantenimiento del mayor número posible de puestos de trabajo. El proyecto deja en manos de tres directivos de Quesería Menorquina el 51 por ciento de las participaciones y el resto a repartir entre los trabajadores socios.

Olives indicó que en el plazo de unas semanas el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajoz, que lleva el caso desde que se declaró el concurso de acreedores en Carcesa, deberá ratificar la operación. Aún así, la situación de la empresa menorquina sigue siendo complicada.

"Estamos muy contentos, pero solo es un paso más"

El presidente del comité de Empresa, Antoni Olives, expresó ayer su satisfacción tras haber rubricado la operación. "Estamos muy contentos. Era un paso muy importante para nosotros, pero sólo es eso un paso más que dar porque el camino es aún largo", comentó.

Los trabajadores de Quesería Menoquina, fabricante de marcas como Tranchettes y Santé, se han organizado con el objetivo de "salvaguardar sus puestos de trabajo", según resaltó ayer el sindicato CCOO a través de un comunicado tras conocerse la firma.

Según las conversaciones que un principio se mantuvieron con Nueva Rumasa para llevar adelante esta adquisición, la familia Ruiz Mateos no podría objeción, además actualmente no tiene ningún control sobre la empresa, pero al estar también Carcesa en manos de la administración concursal, será la juez de Badajoz quien deberá dar o no el visto bueno a la operación.