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La economía sumergida y el incremento de enfermedades profesionales que no son declaradas por las mutuas han adulterado las cifras de siniestralidad laboral que maneja actualmente la Conselleria de Trabajo y Turismo. Así lo señaló ayer el secretario general de CCOO, Ramon Carreras, quien calificó que "irreales" las estadísticas presentadas el pasado día 10 por el Govern según las cuales los accidentes laborales habrían descendido un 35,7 por ciento entre 2007 y 2010.

Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, el líder sindical se centró especialmente en el papel de las mutuas laborales que, según subrayó, son a día de hoy las entidades que deben cubrir las prestaciones por incapacidad laboral. "Su mala praxis está dando lugar a que muchas enfermedades profesionales pasen por contingencias comunes y eso conlleva que sea la Seguridad Social la que se haga cargo de los pacientes", indicó.

Esta opinión es compartida por la representante del gabinete técnico de Salud Laboral de CCOO, Ana Ordóñez, quien ayer visitó la Isla para presentar un estudio elaborado por su departamento sobre la situación de las enfermedades profesionales en Balears.

La sindicalista destacó que el archipiélago es una de las comunidades en la que menos enfermedades profesionales se declaran. En este sentido, concretó que la cifra de casos de que se detectan es de uno cada 1.072 trabajadores mientras que a nivel estatal este dato es de uno cada 929.

En este punto, Ordónez remarcó que el diagnóstico llevado a cabo por CCOO demuestra que cada vez es más habitual que los trabajadores que sufren un accidente laboral sean derivados a su médico de cabecera. El análisis pone de manifiesto que el 90 por ciento de estos profesionales se ven obligados a asumir estos casos para que el paciente no quede desatendido.

Prevención
Por otro lado, Carreras denunció el retroceso en la prevención de riesgos laborales en las empresas que ha motivado la crisis económica. "Desgraciadamente, todavía se considera la prevención de riesgos como un coste y no como una inversión", aseveró. Asimismo, apuntó el incremento en un 117 por ciento de las enfermedades sin baja, lo que achacó al miedo al despido por parte de los trabajadores.