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El palacio de Ca n'Oliver es el reflejo arquitectónico del auge económico de la ciudad de Maó, ligado a su puerto, y una demostración de fortuna y de posición social por parte de su propietario original, el comerciante Llorenç Oliver i Morillo (1766-1810). El inmueble, de titularidad municipal desde 2005, está más cerca de transformarse en un centro de arte, con una profunda restauración que respetará su estructura y su fondo pictórico, tras la firma ayer del acta de replanteo de las obras, financiadas por el Gobierno central.

El secretario general de Arquitectura del Ministerio de Fomento, Dionisio Chaparro, visitó el edificio, en pleno casco histórico de Maó, y conoció el proyecto de reforma de la casa señorial elaborado por los arquitectos Vicenç Jordi, Antoni Vidal y Elisabet Figueras, ganadores del concurso de ideas convocado en 2008 y elegido entre 34 propuestas. Unas obras que se engloban en el programa estatal de recuperación patrimonial de elementos singulares de los municipios y que han sido adjudicadas a la empresa Dragados, S.A. por un importe de 3,1 millones de euros (incluido el IVA) y que financia íntegramente el Ministerio. Chaparro recorrió las dependencias de Ca n'Oliver junto con el alcalde de Maó, Vicenç Tur, el conseller de Educación, Cultura y Patrimonio, Joan Lluís Torres, los representantes de la constructora y los arquitectos autores del proyecto. Con la firma del acta de replanteo los trabajos podrán comenzar de inmediato, con un plazo de ejecución fijado en treinta meses.

El alcalde Vicenç Tur aseguró que con el inicio de este proyecto "vemos cumplido un viejo anhelo, que empezó cuando se puso en venta una casa que reúne más de dos siglos de historia de la ciudad" y añadió que el Ayuntamiento aspira a que Ca n'Oliver se convierta en un "equipamiento público de referencia" tanto para los menorquines como los turistas. Chaparro por su parte destacó la apuesta del Ministerio de Fomento por la recuperación y revitalización del patrimonio de los municipios.