Generalmente se suele entender el concepto de huerto comunitario como un espacio en el que varias personas o grupos participan y se coordinan para repartirse el trabajo y la producción. Sin embargo, en Es Mercadal han decido dar una vuelta de tuerca al proyecto, tal como reconocían ayer los promotores del "hort comunitari" en el Consistorio. Y es que en este municipio, más allá de la producción que se obtenga, lo que persiguen con la iniciativa es que la gente aprenda. "Pretendemos que sea un espacio de comunicación intergeneracional y social. Es una apuesta por la participación ciudadana", reconoce el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller.
El Ayuntamiento se suma así a una iniciativa que surge de Daniela Viola, una educadora social que reconoce que se trata de una idea, "que no es nueva", pero que surgió hablando con sus amigos. Así, decidió redactar un anteproyecto para generar un espacio orientado a aprender técnicas antiguas de siembra y recolecta. El Consistorio participará con la cesión de una "tanca" con pozo propio de unos 800 metros cuadrados, situada junto a la zona de la piscina, que se encargará de acondicionar para que los talleres puedan comenzar cuanto antes.
El proyecto ya cuenta con una de las partes más importantes de la iniciativa: cuatro hombres de campo que conocen todos los secretos de las técnicas de agricultura. Todos ellos asistieron ayer a la presentación, convirtiendo prácticamente la rueda de prensa en una auténtica lección teórica. Sostienen los organizadores que hay espacio para más profesores, y que ahora de lo que se trata es de encontrar alumnos interesados en pasar por la escuela en que se convertirá este huerto.
Las costumbres de antaño
En un mundo en el que predominan los productos envasados y empaquetados, la gente acostumbra a olvidarse de dónde proceden los bienes alimentarios, y más aún de qué proceso siguen desde que se siembran hasta que se cosechan. "Hay muchos jóvenes que lo desconocen", confiesa el alcalde de Es Mercadal, quien apunta que el principal objetivo de este huerto comunitario es "que no se pierdan las costumbres de antaño". Por su parte, Viola añade que lo que más destacaría del proyecto que ha redactado es "la colaboración entre generaciones para poder aprender, y que se haga de una forma voluntaria y gratuita". Al respecto, la concejala de Educación, Rosa Pallàs, hace hincapié en la importancia que supone el hecho de "poner en valor los bienes del campo" en los tiempos de crisis que se viven actualmente.
Ya se ha hecho referencia a que lo más importante no es la obtención de productos, pero ya puestos a cultivar, la intención de los organizadores es que la cosecha se reparta a partes iguales entre todos los que participen en la iniciativa. Pero no solo aprenderán los alumnos sobre técnicas de siembra y cosecha, sino también otros valores importantes, como a tener paciencia y no desanimarse. "Cuando viene una mala cosecha siempre hay que pensar que la próxima será mejor", concluye uno de los profesores voluntarios.
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