Fuentes de Nueva Rumasa informaron ayer que esta semana habrá novedades en la fábrica de Quesería Menorquina. Aunque no ofrecieron más detalles sobre el contenido de las mismas, una de ellas podría ser la presentación ante el Juzgado de lo Mercantil número dos de Palma del concurso voluntario de acreedores. El comité de empresa se muestra escéptico ante cualquier anuncio realizado por el grupo. No obstante, la noticia coincide con el comunicado remitido a los trabajadores de la factoría mahonesa para que mañana miércoles retornen a sus puestos de trabajo en las líneas de producción después de permanecer una semana de "vacaciones forzosas" por falta de materia prima con la que reanudar la actividad. La fábrica está prácticamente parada, solo algunos administrativos y mecánicos acuden varias horas para realizar determinadas tareas.
La noticia también coincide en el tiempo con la presentación ayer por parte del grupo del concurso voluntario de acreedores para la alimentaria Dhul, la primera empresa que se acoge a este procedimiento de las 32 sociedades de la familia Ruiz Mateos que se encuentran en situación preconcursal, entre ellas Quesería Menorquina. A la solicitud de concurso de Dhul seguirán previsiblemente las suspensiones de pagos de Clesa, en Madrid, y de Cacaolat, en Barcelona, según fuentes sindicales. Los trabajadores de Quesería Menorquina se mantienen a la espera de que se produzca alguna novedad en el Juzgado de lo Mercantil número dos de Palma, donde el empresario jerezano presentó el preconcurso de acreedores. "La familia Ruiz Mateos utiliza a la prensa y después no cumple lo dicho. Solo queremos que se vayan y que el Govern y el Consell tomen las medidas necesarias para agilizar una salida", comentó la secretaria del comité de empresa, Margot Sastre.
Estrategia agónica
Los trabajadores ven en la suspensión de pagos una oportunidad para que un administrador judicial pueda ayudar a reflotar la fábrica, permita la entrada de inversores y garantice el pago de las deudas así como una mayor implicación de los poderes públicos. Sin embargo, la estrategia de agonía que sigue el grupo en esta cuestión incrementa el riesgo de un posible cierre por falta de clientes y de viabilidad. Las negociaciones que las instituciones públicas y los representantes sindicales han realizado hasta la fecha han tenido como objetivo convencer a Nueva Rumasa para que se desprenda de la factoría mahonesa. Y aunque al parecer, no existe ninguna empresa interesada en adquirir la planta, la decisión de vender de los actuales propietarios allanaría el camino para la adquisición. La consellera de Trabajo, Joana Barceló, que ayer declinó realizar declaraciones "de momento" sobre Quesería, ha asegurado en diferentes ocasiones que su departamento trabaja en coordinación con el comité de empresa para que la planta pueda retomar la producción como primer paso que evite la quiebra y para poner sobre la mesa un plan de viabilidad a medio plazo de acuerdo con proveedores y acreedores.
La aportación necesaria para asegurar la viabilidad ronda los dos millones de euros. El comité de empresa pide mayor implicación a las autoridades locales, estatales y autonómicas ya que además de la pérdida de 184 puestos de trabajos directos, y cerca de 300 indirectos, la desaparición de la factoría tendría una gran repercusión en el tejido económico de la Isla y en el transporte marítimo.
El fondo Shelby Financial no invertirá en el grupo
El anuncio de Nueva Rumasa de novedades en Quesería coincide igualmente en el tiempo con el realizado por el gestor de fondos norteamericanos Shelby Financial Group, que acaba de descartar cualquier operación de inversión con Nueva Rumasa, después de haber mantenido conversaciones con la familia Ruiz-Mateos desde el pasado mes de octubre para inyectar hasta alrededor de 400 millones de euros. Se trata del segundo fondo que desiste de una inversión en Nueva Rumasa, junto a Oaktree Capital, que descartó esta operación tras realizar durante una semana una auditoría. Precisamente para abordar la situación del grupo, representantes de Comisiones Obreras y UGT se reunirán esta misma semana con responsables del Ministerio de Trabajo.
Los empleados del hotel Beverly reclaman el pago de los salarios
Entre sesenta y setenta trabajadores del hotel Hotasa Beverly Playa de Paguera, en Calvià, se concentraron ayer frente a las puertas del establecimiento para reclamar a Nueva Rumasa, propietaria de la cadena de hoteles Hotasa, que abone la nómina de febrero a una veintena de empleados que a principios del mes pasado empezaron a trabajar para preparar la apertura del hotel.
El Beverly Playa, que cuenta con una plantilla total de unos noventa trabajadores, abrió sus puertas el 1 de marzo. Sin embargo, veinte empleados se incorporaron durante el mes de febrero para acondicionar el hotel y permitir su apertura en marzo. Se trata de camareras de piso y personal de mantenimiento, entre otros colectivos, que tras trabajar en febrero no han visto abonada la nómina. Así, estos empleados reclaman a Nueva Rumasa cobrar el salario de febrero, así como la parte proporcional que le corresponde de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal por obras declarado los meses de invierno, que en este caso afecta a la totalidad de la plantilla (noventa trabajadores). Según explicó a Europa Press el presidente del comité de empresa, Santiago Sánchez, los sindicatos acordaron un ERE temporal por obras del 20 de noviembre al 28 de febrero, por el cual los trabajadores percibirían el total de la retribución, un 70 por ciento de la cual la abona la Administración y el resto (30 por ciento) la empresa (Hotasa).
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