El comité de empresa de Quesería Menorquina podría presentar la semana próxima un Expediente de Regulación de Empleo Temporal de forma voluntaria que afectaría a la totalidad de la plantilla, 184 trabajadores. A través de este procedimiento administrativo que consiste en la suspensión temporal de los contratos, el comité pretende que los trabajadores pasen de no cobrar nada como sucede ahora, a percibir, al menos, una prestación de desempleo. "La situación económica comienza a ser preocupante y penosa en algunas familias y este ERTE sería la mejor opción para no quedarnos en total indefensión, además nos permitiría dejar una puerta abierta porque seguiríamos ligados a la empresa", justifica la secretaria del comité, al tiempo que recuerda que Quesería Menorquina aún adeuda a la plantilla el 60 por ciento de la nómina de enero y la totalidad de febrero.
Ante los perjuicios ocasionados por la inactividad de la fábrica, que cada día que pasa se antojan de difícil reparación, la ley permite a los trabajadores proponer de forma unilateral un ERE temporal, aunque deberá ser aprobado posteriormente por el Govern. El ERE temporal sería propuesto por el sindicato CCOO a las 32 sociedades del grupo Nueva Rumasa que se encuentran en fase preconcursal y posteriormente cada empresa deberá decidir si se adhiere a esta propuesta de forma voluntaria, como sería el caso de Quesería Menorquina. Sastre afirma que la decisión de iniciar el expediente en el ámbito nacional daría mayor agilidad y rapidez al procedimiento administrativo al poder abordar la situación de todas las empresas de forma conjunta. "Es una las opciones que nos queda para estar protegidos económicamente", reitera. De momento, Clesa, una de las mayores compañías del grupo, ya ha presentado ante la Dirección General de Trabajo de Madrid la documentación para solicitar un ERE temporal que afectará a 307 empleados de la planta madrileña. Otra sociedad del grupo, Helados Royne, negocia también otro ERE para 174 operarios. En ambos casos, los trabajadores han llegado a acuerdos con Nueva Rumasa.
La responsable del comité de empresa de Quesería Menorquina, recalca, no obstante, que la presentación del ERE temporal es un plan B, una de las opciones que el comité tiene sobre la mesa si la situación preconcursal sigue demorándose (la familia Ruiz Mateos fijó un plazo de cuatro meses para intentar sanear sus cuentas). "La situación cambia cada día y debemos estar preparados para responder", asevera desconfiada Sastre ante el parapeto que el empresario jerezano ha creado tras acogerse al preconcurso de acreedores. "Si la finalidad del concurso es cerrar la fábrica, nosotros debemos actuar", añade. La inactividad de la factoría menorquina por falta de materia prima coloca a Quesería en una situación extrema. Los trabajadores expresan ya abiertamente su deseo de entrar en suspensión de pagos como mal menor para que un administrador judicial se haga cargo de la situación y pueda determinar la viabilidad de la factoría y así seguir adelante.
Asimismo, hacen un llamamiento a las autoridades autonómicas, estatales y locales para actuar de forma urgente con el fin de evitar el cierre definitivo de la fábrica de Maó. El Ejecutivo balear tiene en su mano establecer medidas financieras para evitarlo. La aportación necesaria para asegurar la viabilidad de la fábrica ronda los dos millones de euros. Y es que además de la pérdida de 184 puestos de trabajo directos, se sumarían cerca de 300 indirectos y la desaparición de explotaciones ganaderas con un fuerte impacto en el sector primario y en el paisaje isleño. El cierre también repercutiría en el transporte de mercancías marítimas con una posible subida de precios y una disminución de frecuencias al reducirse el número de contenedores. De momento, una representación de trabajadores de Quesería Menorquina se manifestará hoy en Madrid en la protesta convocada por UGT y CCOO en la que se espera la participación dentro 2.000 y 3.000 trabajadores del grupo bajo el lema "Por la defensa del empleo y de los centros de trabajo en Nueva Rumasa".
Reunión de Moragues y Allès con productores de cuajada
El conseller balear de Presidencia, Albert Moragues, y la consellera insular de Economía, Antònia Allès, se reunieron anoche en el Ayuntamiento de Es Mercadal con propietarios y payeses de las fincas que suministran cuajada a Quesería Menorquina. El encuentro apenas se prolongó algo más de media hora porque la mayoría de los asistentes estaban invitados al acto de presentación del libro de la Asociación Frisona Balear que se celebró también anoche en un conocido restaurante de Es Mercadal. A la salida, caras serias y ninguna declaración a los medios de comunicación sobre el contenido de la reunión. El pacto de silencio volvió a funcionar. Las conversaciones que al parecer mantienen Consell, Govern, directivos de la factoría y trabajadores para mantener la producción de Quesería Menorquina podrían estar a punto de llegar a un desenlace la próxima semana.
Los comités se plantan
Nueva Rumasa convocó ayer a los presidentes de todos los comités de empresa de sus compañías a una reunión "urgente y de última hora" en Madrid, la jornada previa a la manifestación que los trabajadores llevarán a cabo hoy para exigir el mantenimiento de la actividad y el cobro de los más de seis millones de euros que, según afirman, les adeuda el grupo en salarios atrasados.
Según informaron a Europa Press en fuentes sindicales, tanto UGT como CCOO interpretaron la convocatoria como una "maniobra con el objetivo de desactivar la movilización", por lo que los presidentes de los comités no se presentaron al encuentro, previsen el domicilio de la familia Ruiz-Mateos. "Desde UGT hemos pedido a nuestros representantes que no acudan a la reunión".
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