Fernández. En el escenario, acompañado por la actriz de "La Montaña Rusa", Carmen del Valle - MIB

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Recién llegado de Sevilla y a pocos días de su primera visita a Menorca, el actor Arturo Fernández nos atiende desde su domicilio en Madrid para hablar de una obra con la que lleva girando cerca de tres años y que ya entra en su recta final, "La Montaña Rusa". La cita con el público menorquín será este fin de semana en la Sala Multifuncional de Es Mercadal.

Ésta va a ser la primera vez que actúa en Menorca, y parece que el público ya tenía ganas de que se dejara caer por aquí. La venta de entradas ha ido tan bien que se ha añadido una función más. ¿A qué se debe que hayamos tenido que esperar tanto?
Lo primero que quiero decir es que será un gran honor actuar por primera vez en Menorca. Creo que se ha tardado tanto por una falta de comunicación entre ambas partes. Hasta el momento nadie me lo había propuesto, pero ahora es una gran satisfacción. Me llamaron y contesté que lo estaba deseando. Nunca es tarde…

Y supongo que ya quedarán pocos rincones de España en los que no haya actuado…
Efectivamente. Aunque restan algunos todavía. La pena es que solo pueda estar dos días en Menorca, ya que cuando enganchas una comedia de éxito como "La Montaña Rusa" el público suele recomendarla. Por ejemplo, en Barcelona estuve siete meses…

Lo que sí parece es una obra de muy largo recorrido…
Sí, ya hace tres años que estrenamos. A la obra ya le queda poco recorrido, las últimas citas son Menorca e Ibiza, donde tampoco he actuado nunca. Esto ya toca a su fin porque tengo que preparar la próxima comedia, que será del mismo autor de "La Montaña Rusa", conocido por haber firmado uno de los textos más famosos de los últimos tiempos, como "Los Puentes de Madison". El montaje que preparamos ha recibido recientemente el premio Moliere a la mejor comedia y lleva por título "Los hombres no mienten"… Imagínate el título… Qué quieres que te cuente… (risas)

¿Con qué se va a encontrar el público de Menorca en "La Montaña Rusa"?
Puedo asegurar, y yo jamás miento en estas cosas, que será la mejor comedia que hayan visto encima de un escenario. Es una pieza en la que el autor juega muchísimo con el público. Cada diez minutos existe una sorpresa, y el público se pregunta qué más le puede pasar a este hombre de lo que ya le está sucediendo… Y todo para terminar con un final inesperado donde la gente ni remotamente se lo imagina. Es una comedia en la que te puedes reír desde que se levanta el telón, pero también pueden caer un par de lágrimas. Es una pieza muy auténtica y realista, con un diálogo muy interesante…

Y tres años de gira habrán dado para muchas anécdotas…
Pues sí, hay una muy curiosa. Se da el caso de un matrimonio en Barcelona que vio la obra once veces, y quise conocerlos, porque no es normal que eso suceda. Cada vez que iban invitaban a más personas… Creo que es la mejor comedia que ha caído en mis manos, y mira que me puedo vanagloriar de haber tenido éxitos. Lo que la gente espera de mí es lo que a mí me gusta; esos personajes digamos perdedores y divertidos que hace felices a los demás.

¿Retoma una vez más el papel de galán con el que tantos éxitos ha cosechado?
… Hombre… El galán no es ni más ni menos que un primer actor con un físico agradable y punto; pero mis personajes siempre han sido perdedores, nunca han sido galanes, lo que ocurre es que procuro que los trajes me caigan bien (risas)… Y que mis decorados huelan a Channel Nº 5. No sabría trabajar en un decorado mugriento, porque luego eso se te pega; la pobreza se te pega de una manera increíble, por eso mis personajes son de la alta sociedad, porque me encanta pertenecer a ella, al menos en sueños, y pensar que soy un multimillonario… En ocasiones lo consigues aunque sea solo durante 15 días…

Pero si miramos atrás, en sus comienzos empezó a ganarse la vida como boxeador…
Pienso que todos tenemos marcado un destino; a lo largo de tu vida eres aquello que no has pensado ser. Y aquello que en tu juventud quisiste ser resulta que no lo consigues. Si a mí me dicen entonces, cuando era joven, que iba a ser actor me parto y me tiro al suelo de risa. Es el destino… Lo de boxeador, pues bueno… Siempre digo que nosotros fuimos una generación perdida, que no sabíamos a qué dedicarnos cuando terminó la guerra. Nos han caído palos por todos los lados. Cuando veo a un abogado de mi época pienso que si llega a nacer ahora con los medios que hay hubiese sido un premio Nobel. Luego me di cuenta de que elegí una profesión que me gusta por encima de todas las cosas. No sabría hacer otra cosa. Yo soy netamente un actor de teatro…

Sí, mucho teatro y mucho cine, pero de alguna manera lo que le encumbró fue la televisión. Hace unos días vi que un nuevo canal de TDT ha recuperado "La Casa de los Líos". ¿Qué le debe usted al personaje de Arturo Valdés?
Arturo Valdés también me debe mucho a mí… (risas). Sin duda alguna ha sido un personaje verdaderamente entrañable, pero creo que igualmente fue clave el que interpreté en "Truhanes" con Paco Rabal, que para mí ha sido una serie mucho más importante que "La Casa de los Líos". Cuando hacía cine y televisión, en mi mente lo que importaba era darme a conocer para tener mi propia compañía de teatro, que es la ambición de todo actor que se precie. Y llevo más de 40 años con mi compañía…

… Y en un género que tiene la ventaja de que no se puede piratear… ¿De qué salud goza el teatro español actualmente?
El teatro español siempre se ha compuesto de éxitos, de fracasos y medianías. Lo que ocurre es que ya no existen esas magníficas cabeceras de cartel de mi época que arrastraban al público. Se aprovecha en muchas ocasiones la popularidad de algunos personajes de televisión para intentar trasladar el éxito al teatro... Y al final falta esa gran profesionalidad que se adquiere únicamente en el teatro. En el cine, desde que vi "Babe, el Cerdito Valiente" y "La Mula Francis" ya no le doy ningún importancia a la interpretación; es un problema de director, de montaje... En televisión, el micrófono está a diez centímetros, y de una manera u otra vale casi cualquiera.

¿Quiere decir que se ha bajado mucho el listón?
Sí. Y también se ha bajado el listón en las comedias teatrales. Ahora tampoco hay autores… Dónde están ahora los Mihura o Alfonso Paso… Hoy día, si alguien sale con esa inteligencia para ser autor, digamos que la televisión lo coge rápidamente como guionista y no madura como autor teatral. Se trata de un proceso que sucede a nivel mundial: ahora se ponen reposiciones antiguas porque los autores nuevos no salen. Creo que el único autor importante de los últimos tiempos es el de "La Montaña Rusa".

Y supongo que, como los viejos rockeros, usted tampoco piensa en bajarse del escenario definitivamente…
Si me retiro, me aburro que me mato. No te retiras tú, te retira el público. Tienes que tener la suficiente sensibilidad para saber cuándo el público no quiere verte, y eso se sabe rápidamente. Tengo la sensación de que no me voy a retirar; tengo un amigo que me dice "tú te vas a quedar aquí", y es posible, porque los guapos siempre nos quedamos… Yo siempre hablo muy bien de mí; eso me lo aconsejó mi madre, porque ya vendrán otros que te van a poner de vuelta y media.