Olga Román camina junto a Sabina en su tercer disco

"Es un disco que resume el espíritu de desánimo general que estamos viviendo. Tiene un punto optimista, desenfadado, con cierto sentido del humor, porque hay que seguir caminando. Yo diría que es el más emotivo, de los tres", ha explicado Román en una entrevista a Efe.

"Un par de cosas que hacer", "Desde entonces" y "He soñado" son algunas de las 14 canciones incluidas en este trabajo musical que mezcla sonidos del jazz, del pop y de ritmos latinos, temas sobre sentimientos universales como "el amor, la soledad o las dudas".

"Antes me preguntaba si las cosas que me pasaban, si los temas sobre los que escribía, interesarían o si serían ñoñerías, y fue una grata sorpresa descubrir que la gente sí se identificaba con esos sentimientos", confiesa la responsable de temas como "Again", incluida en la película "El cielo abierto" de Miguel Albaladejo, que fue nominada en 2002 al Goya a la mejor canción original.

Para la grabación de "Seguir caminando", Román ha contado con dos colaboraciones de lujo: la de Joaquín Sabina, con quien trabajó más de doce años, y la del cubano Pablo Milanés.

Con Sabina ha cantado "Margarita", una canción con aires cubanos. Después de diez años desde que Román decidiera emprender su carrera en solitario, ha vuelto a coincidir con el que fuera su "maestro".

"Sabina fue para mí un gran maestro, con él pude conocer Latinoamérica, a donde había viajado poco. Fue una época muy importante y de la que guardo magníficos recuerdos. Estuvimos trabajando doce o quince años y volver a encontrarnos ha sido bonito, fácil y muy especial. Nos entendemos bien", afirma. Con Milanés ha grabado "Cada vez que te vas", un canto a un amor ausente, imposible de olvidar.

Amante de la música clásica y madre de una niña de tres años, Olga Román es conocida también por sus colaboraciones con iconos de la música como Ismael Serrano, Pedro Guerra o Luis Eduardo Aute. Pero todavía hay dos artistas con los que sueña cantar algún día.

"Me encantaría trabajar con Calamaro, al que considero un gran intérprete, y por supuesto Serrat, a ver si me llama", bromea.

Preguntada sobre el momento de crisis por el que atraviesa la industria discográfica, la cantante asegura que "la música se ha desprestigiado mucho" en los últimos tiempos.

"Antes, la gente ahorraba dinero para comprarse un disco y cuando alguien te daba uno, era un regalazo. Ahora, se gastan 20 euros en comprarse un libro, pero se descargan las canciones. La música se ha desprestigiado mucho. Hay que buscar una manera para que la gente se conciencie del trabajo que hay detrás de un disco", afirma.

"Pero al mismo tiempo, internet facilita un acceso a la cultura que antes no había, muchas de mis canciones han llegado a gente de Latinoamérica, por ejemplo, gracias a la red. Es una situación complicada", concluye.