comunidad. Es la primera vez que se encuentran ejemplares de este genero -Nidalia- en el Mar Mediterráneo - fundación biodiversidad

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Ajeno a los crudos temporales y a las plácidas jornadas estivales, inconsciente de lo privilegiado de su entorno y de su singularidad por estos lares habitaba en el fondo marino del Canal de Menorca un coral blando. Entonces llegó el equipo del Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y lo sacó del anonimato. Nidalia indemares llamó a esta nueva especie en referencia al proyecto en cuyo marco ha tenido lugar su hallazgo.

Desde la Fundación Biodiversidad dan cuenta del mismo explicando que la importancia del descubrimiento se debe, sobre todo, a que es la primera vez que se encuentra este género -Nidalia- en el Mediterráneo, lo que para la comunidad científica abre nuevas vías de investigación sobre el desarrollo de los diferentes océanos y continentes. En este caso concreto, la presencia de Nidalia indemares en el Canal de Menorca puede llevar a la conclusión de que habría algunas especies relictas que relacionen la fauna de los antiguos océanos Atlántico e Índico con el Mar de Tethys.

La divulgación de este importantísimo hallazgo realizado dentro del proyecto Life+Indemares, se suma a la efectuada el pasado verano en el marco de ese mismo programa. Era septiembre, cuando un equipo de investigadores descubrió una comunidad de coral negro de aproximadamente un kilómetro cuadrado situada entre los 120 y los 130 metros de profundidad frente a la costa sur de la Isla, concretamente entre Punta Rabiosa y Son Bou, cuyo valor estribaba en la escasez de colonias de este tipo existentes en el Mediterráneo.

Tanto la aparición de la colonia de coral negro, acompañada por ejemplares de coral amarillo, coloquialmente conocido como candelabro, como, sobre todo, la de Nidalia indemares, han evidenciado, según los investigadores, el uso de técnicas respetuosas con el medio, especialmente el fondo marino, por parte de los pescadores locales. En este sentido, desde la Fundación Biodiversidad apuntan que las comunidades biológicas encontradas en la campaña desarrollada en el Canal de Menorca "estaban en un estado excelente de conservación".

Así las cosas, en este contexto el hallazgo de nuestra Nidalia indemares demuestra que la explotación sostenible de los recursos marinos es posible y que la costa menorquina guarda, como en pocos lugares, preciados tesoros.