10.30 de la mañana. En el Club de Jubilats de Ferreries huele a incienso y suena una música de origen oriental. Está a punto de empezar una clase de tai-chi, una de las muchas actividades que a diario se ofrecen en los diez clubes de la tercera edad pertenecientes a la Federació de Associacions de Gent Gran de Menorca.
El presidente del Consell, Marc Pons, elogió ayer los programas impulsados desde los centros y a los que pueden acceder los alrededor de 9.000 jubilados censados actualmente en la Isla. Pons destaca el importante trabajo que se desarrolla "en una franja de edad clave" para mejorar la calidad de vida y, sobre todo, llevar a cabo "un ejercicio sanísimo de prevención de la dependencia".
Y es que frente a lo que mucha gente pueda pensar, la actividad en los clubes de jubilados va mucho más allá de las famosas partidas de bingo y las charlas distendidas. Además del tai-chi, también se imparten, entre muchas otras actividades, clases de yoga, baile, teatro y se organizan actividades de lectura o excursiones. Para esos fines reciben cada año una aportación económica por parte del Consell que ayer quedó plasmada en la firma de un convenio entre el Ejecutivo insular y la federación presidida por Pepe Melià.
Ayuda económica
La dotación para este año será la misma de 2010, 103.000 euros. En ese sentido, la consellera de Acció Social, Noemí Gomila, quiso dejar constancia de la "prioridad de las políticas sociales" en los tiempos que corren. La mitad de los fondos serán repartidos a partes iguales entre los diez centros, y el resto en función del número de socios. Cabe recordar que la Isla cuenta con otro club de jubilados ajeno al colectivo, el de Es Castell, que depende directamente de la gestión del Consell insular.
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