Dieciséis han sido las horas que el equipo de bomberos ha necesitado para dar por controlado el incendio originado en la embarcación "Aris-Tima" atracada en el Moll de Llevant del puerto de Maó.
El buque, de unos 50 metros de eslora, empezó a arder antes de las 11 horas de la mañana del miércoles y no fue hasta las dos y media de la madrugada cuando se dio por controlado. A pesar de ello, una dotación de bomberos permaneció toda la noche de retén para refrescar y evitar que los rescoldos se reavivaran. Ayer a medio día el incendio fue considerado extinguido.
Las dimensiones de la ignición hicieron necesaria la actuación de la totalidad de la plantilla del parque de bomberos de Maó, formada por 18 profesionales y 18 voluntarios o semiprofesionales, además de una dotación de Alaior y otra de Ciutadella.
El máximo responsable del equipo de bomberos, Joan Gorrías, explica que la peculiaridad del lugar, los materiales de fabricación del buque que son altamente inflamables, la elevada temperatura que llegan a alcanzar los habitáculos además de la nula visibilidad en una espacios con dificultad de acceso hicieron que la extinción del incendio fuera complicada.
A su vez, Gorrías apunta que en Menorca nunca antes "habíamos tenido que actuar en un incendio en un barco de estas características y dimensiones".
Todo ello hizo necesarias innumerables cantidades de agua que pudieron extraerse directamente del mar con una turbo bomba, además de unos 700 litros de espumógeno.
El exceso de agua acumulada en el buque obligó a los bomberos a achicarla motivando a su vez la colocación de una barrera antivertido "como medida de prevención ante una posible fuga, pero que por suerte no llegó a producirse", explica Gorrías.
El máximo responsable insular del parque de bomberos manifestó su satisfacción con el trabajo desarrollado por el equipo de extinción de incendios que, gracias a su profesionalidad y coordinación, "conseguimos que el fuego no se propagase más".
Ayer la Guardia Civil procedió a investigar las causas del siniestro. Gorrías informa que para esclarecer las causas, primero hay que discernir el origen del mismo y los motivos de la propagación. Aunque aún desconocen estos datos, Gorrías descarta que el inicio de la combustión fuera en la sala de máquinas o las calderas puesto que "ni proa ni popa han sido afectadas".
La zona más dañada ha sido el área de vivienda, es decir, lavandería, dormitorios y sala de estar, ubicados en la parte central del buque, en la proa y la zona de mandos. Es más, de las dos plantas dedicadas a estos espacios, la más próxima al mar ha sido la que más ha sufrido el efecto del fuego.
Los propietarios de la embarcación pasaron la noche en un piso del puerto de Maó aunque ayer mismo se mudaron a un apartamento de Son Bou puesto que, según fuentes cercanas a la propiedad, no soportaban ver cómo su sueño se estaba quemando. Avanzan que probablemente se desplazará hasta la Isla un perito holandés del seguro para investigar el suceso.
Por la mañana, el matrimonio, acompañado por los bomberos, pudo acceder al barco para recoger algunos documentos y su ordenador.
Por otra parte, la empresa náutica Marina Estrella Menorca avanza que el traslado del buque depende del seguro. A pesar de ello, asevera que "el barco no puede moverse por lo que su traslado será complicado".
Fuentes cercanas a la propiedad también anuncian que algunas gestiones ya realizadas para este desplazamiento han topado con algunas trabas.
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