Entregan cuajada, no cobran y encima pagan. Así se puede resumir la frustrante y kafkiana situación a la que se enfrentan estos días las fincas suministradoras de cuajada a Quesería Menorquina. Las familias no solo acumulan cerca de cuatro meses de retraso en el cobro de las facturas que les adeuda Nueva Rumasa con cantidades que oscilan entre los 40.000 y 200.000 euros, sino que muchos payeses que han intentado cobrar los pagarés emitidos por Nueva Rumasa se han encontrado no solo con la devolución de los mismos por falta de fondos, sino que además han tenido que hacer frente a las comisiones que los bancos cobran por realizar esta gestión.
La cuantía de estas comisiones ha alcanzado en algunos casos los 400 euros cuando los productores han intentado cobrar los pagarés vencidos correspondientes a las entregas de cuajada de la segunda quincena del mes de noviembre. Han abonado la correspondiente comisión al banco, pero el pagaré no lo han cobrado por falta de fondos. El problema se torna aún más negro si se tiene en cuenta que algunas de estas fincas también tienen en su poder pagarés correspondientes a diciembre que vencen a finales de marzo. Ahora dudan tramitar su cobro ante el banco porque lo último que quieren es incrementar aún más su deuda con el pago obligado de estas comisiones.
En la misma situación se encuentran aquellas explotaciones que tienen pagarés de Quesería Menorquina que aún no han vencido, pero quieren adelantar su cobro porque su situación económica es insostenible. Nueva Rumasa llegó a un acuerdo con las fincas suministradoras para que los intereses de este anticipo bancario corrieran a cargo de la empresa. Sin embargo, en la actualidad, el grupo carece de liquidez financiera y, por tanto, estos intereses deben ser abonados por las explotaciones. Además, surge la duda de si los bancos están por la labor de anticipar el abono de pagarés emitidos por el grupo Nueva Rumasa.
El circulo se cierra. Las fincas no pueden cobrar los pagarés emitidos por Nueva Rumasa, pero los gastos en piensos, electricidad y gasoil se incrementan. Esta circunstancia se suma a la situación de aquellas explotaciones que ni siquiera tienen pagarés y solo acumulan facturas impagadas. El sector se replantea estos días dejar de suministrar más cuajada porque sus problemas de liquidez les impide incluso pagar a las cooperativas con las que trabajan. La reunión solicitada por las fincas afectadas con los responsables de Quesería Menorquina aún no ha obtenido respuesta y hoy está previsto que el presidente del Consell, Marc Pons, reciba a los productores de cuajada.
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