Túnel. Tendrá una longitud total de 252 metros y contará con tres carriles de tránsito de 3,5 metros cada uno - Gemma Andreu

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El juego de palabras estaba cantado y no tardó en sonar. El encargado de pronunciarlo fue el presidente del Consell, Marc Pons. "Estamos a punto de ver la luz al final del túnel" fue la declaración exacta para referirse a los avances conseguidos, la finalización de la excavación del conducto subterráneo, en la infraestructura más grande de la que jamás se haya hecho cargo el Ejecutivo insular, la variante de Ferreries.

A las 12.30 horas, una excavadora daba los últimos golpes a la roca antes de llegar al otro lado del túnel. Cuando la luz iluminó el gigantesco conducto, los asistentes participaron en un largo aplauso y los trabajadores de la obra compartieron abrazos tras inmortalizar el momento con sus teléfonos móviles. Y es que el proyecto de la variante de Ferreries dio ayer un paso de gigante, al concluirse el proceso que se antojaba más complicado por las sorpresas e imprevistos que podía deparar.

Entre los más satisfechos estaba el alcalde de Ferreries, Josep Carreres, más que nada por lo que supone después de 30 años de reivindicaciones desde el municipio. "El avance de hoy es una gran satisfacción; una obra espectacular y necesaria para Ferreries y toda Menorca", señaló en una comparecencia ante los medios a la que no pudo asistir por motivos personales el conseller de Movilidad, Damià Borràs.

Por su parte, Marc Pons hizo gala de estar cumpliendo el calendario inicial previsto para las obras, que de seguir el ritmo actual estarán acabadas a finales de este año. De hecho, trasladó ayer a los asistentes al acto el piropo que recibió el Consell durante la comisión de seguimiento del Plan de Carreteras por ser "uno de los lugares en que se está ejecutando con mayor rapidez".

Modernidad
El presidente del Consell hizo también hincapié en lo que la variante de Ferreries significa para la Isla, "un ejemplo de modernidad en la Menorca del siglo XXI" que se traduce "en seguridad y fluidez". Pons anunció ayer también que el Ejecutivo ha programado para el próximo 20 de febrero una jornada de puertas abiertas para que la gente pueda comprobar "in situ" los avances que se están realizando en el túnel.