Hace ya nueve años que Juan Brito Calafat (Ciutadella, 1973) tomó la decisión de abandonar la Isla para probar suerte en Manchester. Acompañado por su mujer, aterrizó en la ciudad británica el 2 de noviembre de 2001 y allí encontró trabajo con relativa facilidad. El menorquín, que trabajó siempre en la Isla como camarero, trataba con turistas habitualmente y dominaba el inglés, por lo que no le resultó complicado incorporarse al mercado laboral al desembarcar en Manchester. Hoy es jefe de camareros en un reconocido establecimiento de la ciudad, "The 39 steps restaurant", y dedica gran parte de su tiempo libre a estar con su hija de siete años, Savanna.
Su trayectoria laboral ha estado siempre relacionada con el mundo de la restauración, no es así?
Sí. Toda mi vida he trabajado de camarero, desde los 13 años. En Menorca estuve trabajando en diferentes sitios como el restaurante "Es Racó des Palau" y en el "Xauxa" en Ciutadella, en el complejo de apartamentos "Maribel", en Cala Blanca, y en algunos bares de noche.
¿Qué le llevó a hacer las maletas y marcharse de la Isla?
Me marché de Menorca por amor. En el año 2001 conocí a mi futura esposa mientras trabajaba en Cala Blanca. Las cosas fueron muy rápido. Ella había llegado a la Isla en agosto y el día 2 de noviembre nos fuimos los dos hacia Manchester. La verdad es que tenía ganas de conocer otros lugares y probar fortuna en otro país.
¿Los inicios en Manchester fueron difíciles?
No. La verdad es que me resultó fácil adaptarme a la nueva situación. Además, encontré trabajo rápidamente gracias a la ayuda de un amigo británico que reside en Menorca. También mi mujer me ayudó mucho a la hora de acostumbrarme a la vida en Inglaterra.
Al haber estado siempre vinculado con el mundo de la restauración había tratado con muchos turistas y, por tanto, ya tenía un inglés básico suficiente como para desenvolverme aquí sin problemas. Lo que me costó más fue adaptarme al clima. Siendo de Menorca es complicado acostumbrarte a los días nublados y a no ver el sol tan a menudo.
¿Qué me dice de las costumbres?
Reconozco que fue difícil cambiar el estilo de vida que llevaba en Menorca por el de Inglaterra. La vida aquí es completamente diferente pero con el tiempo te acostumbras a todo. Una de las cosas que más me sorprendieron fue que los británicos no le dan tanta importancia a la familia como nosotros. No se reúnen para comer y no organizan actividades comunes más allá de las celebraciones especiales como las fiestas navideñas o algún cumpleaños.
¿Se planteó volver a la Isla tras separarse de su mujer?
La verdad es que nunca se me pasó por la cabeza volver a la Isla. Tengo una hija de siete años, Savanna, y nunca la podría dejar aquí y volver a Ciutadella como si nada hubiera pasado. Nunca la podría dejar atrás. En la vida se hacen sacrificios y mucho más si tienes hijos.
Trabaja como jefe de camareros en un restaurante. ¿De qué tipo de establecimiento se trata?
Hace ocho años que trabajo en 'The 39 steps restaurant", un establecimiento bastante reconocido en Manchester y Cheshire. Está situado muy cerca del Aeropuerto de Manchester, en un pueblo llamado Styal, cerca de Wilmslow. El restaurante está enfocado principalmente a la cocina inglesa pero con un toque de cocina mediterránea. Como curiosidad puedo decir que hemos ganado en dos ocasiones el premio al mejor restaurante del condado de Cheshire, que tiene cerca de un millón de habitantes.
¿En qué barrio de la ciudad vive?
Vivo cerca del restaurante, a tan solo dos minutos en coche del Aeropuerto de Manchester. La verdad es que no visito mucho el centro de la ciudad porque mi trabajo no me deja mucho tiempo libre y el poco que tengo prefiero pasarlo con mi hija.
Tras nueve años en Manchester ¿Cómo valora la experiencia de vivir en el extranjero?
Por un lado, valoro el poder hablar inglés casi a la perfección y haber aprendido a vivir en una sociedad muy diferente a la nuestra. Sin embargo, nunca olvido mis raíces y reconozco que en ocasiones me siento bajo de ánimos al estar lejos de Menorca que, desde mi punto de vista, es el lugar más bonito que existe. De todos modos, tengo la suerte de tener cerca a algunos amigos de Ciutadella y a veces nos reunimos para cenar y hablar menorquín. ¡Eso me hace muy feliz!
¿Suele viajar a Menorca?
Vuelvo a la Isla dos veces al año. Intento estar en Ciutadella por las fiestas de Sant Joan y habitualmente vuelvo también en agosto. La verdad es que echo de menos a mi familia y el clima. También me gusta que en Ciutadella encuentras a gente por la calle y te saludan. No es como aquí, donde casi no conoces ni a tus propios vecinos.
¿Tiene intención de instalarse definitivamente en la Isla en un futuro?
Como ya he dicho antes, no me he planteado en ningún momento volver a Menorca por la simple razón de que en Manchester tengo a mi hija. De todos modos, "never say never" (nunca digas nunca) como dicen los ingleses. Tal vez cuando Savanna sea más mayor y pueda elegir qué quiere hacer y decide que le gustaría venir conmigo a Menorca, yo estaría encantado de volver a Ciutadella.
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