La Plataforma recupera la propuesta de una compuerta en la bocana del puerto

En sus alegaciones a la propuesta de Ports, los integrantes de la Plataforma aseguran que "a medio o a corto plazo consideramos indispensable la instalación de una compuerta en el tramo de canal comprendido entre Es Racó des Frares y Sa Punta de Can González Byass".

Desde algún punto entre estos dos lugares arrancaría un lado de la compuerta, que estaría formada por dos cajones de hormigón prefabricados que dejarían un paso de entre 30 y 40 metros de anchura. Esta compuerta sería similar, aseguran desde la entidad, a las de Venecia, que funcionan mediante aire comprimido. Además, aprovechando la creación de esta compuerta, la Plataforma propone que se construya un puente articulado entre los dos márgenes del puerto.

Esta infraestructura debería poder levantarse para permitir el paso de yates de hasta 50 metros de eslora, según la Plataforma, y además permitiría comunicar las dos orillas del puerto.

Según la entidad portuaria, la construcción de la compuerta permitiría ampliar el número de amarres en el interior del puerto, "ya que a partir de esa instalación las aguas interiores siempre estarían tranquilas". Una de las propuestas de la Plataforma es que en el margen sur del puerto, entre la compuerta y el Club Nàutic, se puedan crear amarres para buques de grandes esloras.

Con la propuesta de la compuerta, la Plataforma pro Ampliación daría por solucionado el tema de la seguridad en el interior del puerto. De hecho, la entidad asegura en sus alegaciones que la propuesta de reordenación de Ports no garantiza del todo la seguridad frente a fuertes rissagues. De igual modo, la Plataforma cree que la configuración de los pantalanes flotantes ideada por Ports no garantiza la maniobrabilidad de las embarcaciones.

La Plataforma aporta más ideas a Ports, como la de crear un acceso a los futuros pantalanes del muelle comercial desde el aparcamiento ubicado al lado de la actual estación marítima. Asimismo, solicitan que o se desmantele o se traslade el finger que permite el embarque desde la estación marítima hasta los buques de las navieras. Parte de esta infraestructura se podría reconvertir, aseguran, y crear un acceso para que los usuarios de las golondrinas no tuvieran que bajar al muelle.