¿Por qué se decantó por estudiar Historia del Arte?
Me llamó la atención desde que fui al instituto en Alaior. Me fui a Barcelona a estudiar la carrera. La verdad es que podría haberla estudiado en Palma pero no quería salir de una isla para meterme en otra. Cuando llegué a la Península, me introduje en el mundo del arte contemporáneo. Pude ir a muchas exposiciones y diferentes eventos.
Una vez que finalizó sus estudios, ¿cómo fue su vuelta a Menorca?
Mi mujer volvió antes que yo porque aprobó las oposiciones. Yo estuve apunto de irme de Erasmus el último año de carrera pero al final no me decidí, así que repartí el currículum por Menorca y me surgió la oportunidad de impartir los cursos de Arte y Cultura de Sa Nostra. También fui colaborador en prensa y televisión, y organicé cine-fórums.
Finalmente, me presenté a la oferta de Ciutadella Antiga y aquí estoy.
¿En qué consiste exactamente su trabajo?
Es una de la asociaciones de comerciantes más importantes de Balears. Yo me ocupo de realizar campañas comerciales en el casco antiguo de Ciutadella con el fin de que se anime y haya vida. Otra parte de mi trabajo es con las instituciones, desde aspectos que tengan que ver con obras en la calle, subvenciones o debatir leyes. Es complicado pero lo llevamos muy bien, aunque a veces no se pueda contentar a todo el mundo.
Usted ha vivido toda su vida en el casco antiguo. ¿Cómo describiría su evolución?
Creo que ha sido positiva. Cuando yo era pequeño, la plaza de la Catedral era un parking y los coches pasaban por las callejuelas. Ahora es peatonal y mucho más agradable.
Tenemos que potenciarlo y que se conozca lo máximo posible. Los cascos antiguos suelen tener gran parte de comercios y eso conlleva que surjan necesidades, como aparcamientos o viviendas, que deberían tener precios más asequibles. El Ayuntamiento debería facilitar que la gente viva en esta zona.
¿Qué planes de futuro tiene?
Tengo la suerte de tener un horario flexible que me permite compaginar otros trabajos relacionados con el arte, que en realidad es mi vocación. Me han ofrecido algunas cosas pero las he rechazado. Para dejar mi puesto, tendría que ser una oferta en la que yo pudiera mover el mundo de la cultura. Por ahora, estoy a gusto donde estoy.
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