Las enseñanzas musicales y artísticas han sido, tradicionalmente, las hermanitas pobres de la educación en Balears. Menorca no es una excepción. Unos 1.700 alumnos siguen hoy en la Isla algún tipo de enseñanza musical en alguna de las instituciones dedicadas a este fin, ya sea el Conservatorio Profesional de Música y Danza, enfrentado hoy a una dura tarea de supervivencia, o cualquiera de las ocho escuelas municipales que luchan por mantener vivo el latido de la música, en un mar de dificultades.
Las quejas de las escuelas municipales de música de Menorca y del Conservatorio Profesional apuntan, inequívocamente, en una misma dirección: el Govern balear. La música de los violines parece pasar desapercibida a los oídos de la administración autonómica, a la que se acusa indistintamente, desde uno y otro lado, de dejar bajo mínimos a las instituciones dedicadas a las enseñanzas musicales y artísticas y de negarles el pan y la sal.
Un cierta atmósfera prerrevolucionaria se palpa en todas las aulas musicales. El consejo escolar del Conservatorio dejó constancia de ello hace sólo unos días, al denunciar públicamente la "crítica" situación que atraviesa el centro por culpa de un recorte presupuestario que supera el 30 por ciento en dos años. El Govern ha asignado este curso al liceo 22.774 euros, un 6,3 por ciento por ciento menos que el curso pasado (en que la asignación fue de 24.287,4 euros) y un 31,2 por ciento menos que hace dos años (en que la partida del Govern alcanzó los 33.125,4 euros). La disminución de las asignaciones ha dejado al Conservatorio con lo "justo y lo necesario" para pagar las facturas de agua y luz eléctrica. Pero poco -o nada- más.
El director del Conservatorio, Antonio Carrillos, reconoce que "con estas ayudas, se nos hace muy difícil sobrevivir. Apenas tenemos dinero para pagar los gastos de mantenimiento del centro. La mayor partida debería ser para comprar material didáctico, y, en cambio, debemos olvidarnos de ello. Para este curso, disponemos tan sólo de unos 1.200 euros para este fin. Si un instrumento sufre un percance leve, podremos arreglarnos de mala manera con lo que hay, pero si el problema es grave, podemos olvidarnos de buscar una solución".
Hace un año, Carrillos anunció públicamente su dimisión como director del Conservatorio (cargo que ocupa desde 2002), una decisión en la que entraron en juego factores ajenos a la situación material del centro y en la que pesaron las discrepancias de algunos profesores del claustro con su proyecto didáctico, pero en la que latía también, en el fondo, el desánimo individual ante la falta de previsión y de apoyo por parte de la Administración. Después que la Conselleria de Educación rechazara su carta de renuncia, el director del centro asegura que las aguas están más calmadas y que el Conservatorio funciona, a nivel interno, siguiendo una misma línea. El problema de fondo, sin embargo, persiste: la escasa sensibilidad, a su juicio, del Govern balear para con las enseñanzas musicales, una opinión compartida por todo el mundillo de la música en Menorca, desde alumnos a padres y profesores.
Malos tiempos para la lírica
El importante recorte sufrido hace dos años provocó una digestión pesada entre los representantes del claustro de profesores y del consejo escolar del centro. Cuando las familias y el personal docente no habían acabado aún de asimilar el latigazo, llegó un nuevo y doloroso tijeretazo que ha puesto en pie de guerra al Conservatorio. La asociación de padres y madres celebra el próximo 15 de febrero una asamblea y no se descartan medidas de fuerza. Desde la dirección del liceo son conscientes que esta nueva rebaja llega en un mal momento: con apenas agua en la cantimplora y con la inauguración, en el horizonte, de la nueva sede del Conservatorio en el anexo del IES Josep Maria Quadrado, que aumentará, indefectiblemente, la partida destinada a gastos. Una inauguración, por otro lado, largamente publicitada (se anunció, en principio, para septiembre) y que ahora ha fijado su vista en el mes de marzo. "Actualmente, estamos utilizando las aulas del 'Quadrado'. El instituto es quien paga la calefacción. El traslado hará subir los gastos. Nos habíamos preparado para hacer frente a la situación (los sueldos de los profesores también han bajado un 5 por ciento, como el del resto de funcionarios públicos), pero el nuevo recorte ha roto todas nuestras previsiones", advierte. Como mínimo, al Conservatorio le queda el consuelo de saber que Educación ha corregido el problema que se detectó hace un año, cuando los profesores se percataron que las nuevas aulas del "Quadrado" se estaban construyendo sin aislamiento sonoro. "Si no nos hubiéramos dado cuenta, no sé qué hubiera pasado", confiesa, resignado.
"Tercermundista"
Carrillos cree que el balance actual del estado de las infraestructuras del Conservatorio es "desastroso" y "tercermundista". Las aulas que ocupa actualmente en el Claustre del Carme de Maó no están insonorizadas, no hay espacio suficiente para los músicos y hasta el propio director debe ceder su despacho los martes, miércoles y jueves de cada semana para que puedan celebrarse las clases de instrumentos. El músico alicantino, afincado en Menorca desde su llegada a la Isla, hace ocho años, calcula que "harían falta, por lo menos, siete u ocho aulas más". "La clase de orquesta es de risa -cuenta-. Habitualmente, utilizamos dos aulas. Una es pasable, pero en la otra no caben ni los alumnos. La sonoridad es horrible, y es muy posible que el profesor que imparte la clase sufra algún tipo de pérdida de oído".
Carrillos cree que la situación de precariedad que afecta a los centros de la Isla dedicados a la enseñanza musical es tanto más triste cuanto en Menorca "el nivel de la educación musical es altísimo. Y lo es, gracias a la implicación del profesorado, del alumnado y de las familias". "Si la educación obligatoria, en lo que respecta a las enseñanzas artísticas, está mal, sólo hay que imaginarse cómo está la no obligatoria, como la que impartimos en el conservatorio", reflexiona.
El director del Conservatorio cree que "igual deberemos plantearnos si los padres de los alumnos y los docentes no tenemos, en el fondo, parte de culpa de que esto sea así por no ser más exigentes con las administraciones".
Reglada y no reglada
El Conservatorio Profesional de Música y Danza de Menorca cuenta este curso con 249 alumnos matriculados, de los que 162 estudian en Maó y 87 en Ciutadella. Imparte dos tipos de enseñanza: Enseñanza Elemental y Enseñanza Profesional (antiguo grado medio).
La Enseñanza Elemental se estructura en cuatro cursos y la edad mínima de acceso es de ocho años. Un total de 136 alumnos realizan durante este curso este tipo de estudios en el Conservatorio. El otro tipo de enseñanza es la Profesional, estructurada en seis cursos y que acoge este año a 107 estudiantes de la Isla. Pueden acceder a este grado tanto los alumnos que hayan cursado la Enseñanza Elemental como los que no. En uno y otro caso, se exige a los aspirantes una prueba de acceso. Cursar las asignaturas del Conservatorio y las asignaturas comunes de los cursos de Bachillerato permite a los estudiantes obtener el título de Bachiller, con el que es posible entrar en el Conservatorio Superior, siempre que se supere una prueba de acceso.
Tanto el Conservatorio como las escuelas de música, ofrecen Enseñanza Elemental. Si es así, ¿qué diferencia existe entre cursar estos estudios en uno u otro tipo de centro? Carrillos explica que "la diferencia básica es que nosotros ofrecemos una enseñanza reglada, y las escuelas, no. En el Conservatorio, seguimos un currículum, que es obligado al final de cada curso. Quien no supera los objetivos, suspende, y quien sí lo consigue, pasa de curso".
Para cursar la Enseñanza Superior, la única opción posible en el Archipiélago es el Conservatorio Superior de Música y Danza de Balears. La Enseñanza Superior se estructura en cuatro años y equivale al titulo de licenciado universitario. Para acceder al Grado Superior, tanto los alumnos que haya cursado la Enseñanza Profesional como los que no, deben realizar igualmente una prueba de acceso. Pese a que la continuidad de los estudios pasa, en las Islas, por el conservatorio de Palma, la mayoría de estudiantes menorquines suele decantarse por el Liceu de Barcelona o la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC). Durante el curso pasado, sólo ocho de los alumnos que estudiaron en el Conservatorio de Menorca finalizaron los estudios de Enseñanza Profesional, y cuatro de ellos decidieron proseguir sus estudios en la Ciudad Condal.
Encuentro de caminos
Pese a la tradicional rivalidad entre el liceo menorquín y las escuelas de música, responsable de no pocos desencuentros entre los docentes de uno y otro tipo de enseñanza, Antonio Carrillos cree que las aguas han vuelto, en buena medida, a su cauce y que hoy unas instituciones y otras siguen, bien que mal, "una misma línea" de complementariedad en las enseñanzas musicales. "Tradicionalmente -reconoce- los conservatorios habían ido por un lado, y las escuelas de música por otro. Pero creo que todos estamos interesados en que la enseñanza musical progrese y vaya por buen camino. Cuanto mejor les vaya a las escuelas de música, mejor le irá la cosa al Conservatorio. De lo que se trata es que en Menorca exista ambiente musical. Y, en este sentido, las escuelas de música son las que más cerca están del alumno. Asistir al conservatorio debe ser un segundo paso".
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