Esfuerzo. Este año los estudiantes menorquines que se presentaron a la Selectividad volvieron a destacar por encima de la media balear - Archivo

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Entre 6.000 y 9.000 euros es lo que cuesta en números redondos el curso académico de un universitario que sale de Menorca para estudiar, y que debe vivir o bien en una residencia o en un piso compartido y enfrentarse, a la vez que a la aventura de alejarse de su hogar, a la carga económica que supone su formación para la unidad familiar. El cálculo lo realizan año tras año los padres que envían a sus hijos a las universidades de Mallorca o la Península -con más o menos fortuna en la tramitación y recepción de ayudas públicas-, y es corroborado, en base a la "experiencia propia", por el delegado de la Conselleria balear de Educación en Menorca, Joan Coll.

"Un curso fuera de la Isla es caro, las ayudas del Ministerio de Educación son las más elevadas, pero para el que se queda fuera de ellas los estudios representan un grave problema económico", declaró ayer el delegado territorial, quien admitió que "las administraciones realizan esfuerzos pese a las limitaciones económicas, pero nos falta llegar a la igualdad de oportunidades en esta cuestión".

Y no es por falta de empeño de los estudiantes menorquines, que en junio de 2010, un año más, se situaron por encima de la media balear de aptos en las Pruebas de Acceso a la Universidad, un 93,9 por ciento de aprobados frente al 88,4 por ciento en el conjunto de las Islas. Además, el número de jóvenes que se presentó a los exámenes creció un 24,3 por ciento respecto a la convocatoria anterior y rozó casi los 300 alumnos. Pero el discurso político en favor de la formación choca con la realidad de las cifras.

En tiempos de crisis ha aumentado la demanda de becas, tanto al Ministerio de Educación como a la Comunidad Autónoma y al Consell insular; aunque esta última institución no tiene competencias en la materia, cada curso crecen las solicitudes y este año dedicará una partida de 75.000 euros a ayudas a los estudiantes superiores que tienen que salir de Menorca.

El Govern no ha especificado aún la dotación para el curso 2010-2011, debido a la prórroga de los Presupuestos de la Comunidad Autónoma, y la convocatoria, que habitualmente se publicaba en diciembre, se verá retrasada a finales de febrero o el mes de marzo, a la espera, según informó Coll, de que se conozca la partida económica definitiva.

El año pasado (curso 2009-2010) la Conselleria balear de Educación destinó a ayudas de desplazamiento para universitarios 450.000 euros, en una primera convocatoria ordinaria (1.292 becas de 450 euros cada una) y una segunda partida de 81.940 euros en una convocatoria extraordinaria (341 ayudas de entre 239 y 250 euros) cuyo pago está aún por tramitar.

Las becas del Govern son incompatibles con las del Ministerio y tampoco se conceden para aquellos estudios que se pueden realizar en la Universitat de les Illes Balears (UIB).

Recursos agotados

El curso pasado la Comunidad Autónoma no pudo atender por falta de presupuesto las solicitudes de becas, evaluadas favorablemente, de estudiantes que no obtuvieron plaza en la UIB y se matricularon en centros privados de fuera de Balears; tampoco pudieron obtener ayudas los alumnos de masters.

El presupuesto de becas de la Conselleria balear fue recortado un 40 por ciento el año pasado, se ha lamentado el conseller menorquín de Educación y Cultura, Joan Lluís Torres, quien teme un nuevo descenso de este capítulo en los Presupuestos prorrogados para 2011. Un planteamiento "contradictorio", asegura, con las necesidades de formación de los jóvenes de las Islas que tanto se proclama desde diferentes estamentos.

El Consell intenta compensar a parte de ese alumnado al que el Ministerio deniega las becas y las ayudas de la institución insular sí son compatibles con las del Govern balear. Además la convocatoria abarca estudios de titulaciones en el extranjero o formación superior no universitaria, como puede ser la de música.

Nuevo sistema

El pasado sábado día 8 concluyó el plazo de solicitud de las becas del Consell y el gobierno insular, en previsión de un aumento de la demanda, ha pasado de una partida de 66.000 euros para el curso 2009-2010 a un total de 75.000 euros en los Presupuestos de 2011.

Torres informó asimismo de la modificación del sistema de concesión de las ayudas, que pasarán de una cantidad fija a una variable de entre 300 euros y un máximo de 2.500, con el fin de beneficiar a más alumnos.

El año pasado se concedieron 60 becas de 1.100 euros cada una y los 15.000 euros que inicialmente debían destinarse a apoyar la Universidad de Verano Illa del Rei (UIMIR), que fue suspendida, se repartieron en 25 becas de 600 euros cada una.

El reparto territorial

La diputada del PSOE en Madrid, Gràcia Muñoz, aseguró ayer que el gasto en educación es la única partida que aumenta, un 2,6 por ciento, en los Presupuestos Generales del Estado de 2011. Muñoz recordó que la beca es un derecho de la persona solicitante, independientemente de la comunidad en la que reside, y reconoció que, en el reparto de las ayudas, salen peor paradas las regiones que, como Balears, tienen una renta per cápita más elevada.

"Catalunya ha planteado que ese reparto se realice desde la Comunidad Autónoma y es una cuestión que está sobre la mesa", señaló, al tiempo que subrayó que un 75 por ciento de las ayudas a la enseñanza obligatoria se cubren desde el Gobierno central, proporción que se eleva a un 92,1 por ciento en el caso de los estudiantes universitarios.

Por su parte, el diputado del PP, Juan Carlos Grau, aseguró que el sistema de becas no se ha adaptado al nuevo modelo de enseñanzas universitarias y que, pese al aumento de la dotación hasta los 1.431 millones de euros en 2011, las ayudas de movilidad, uno de los ejes prioritarios del Ministerio, se encuentran "congeladas". Tampoco se podrá cumplir, afirma, el objetivo de que un 20 por ciento de los jóvenes curse un periodo de estudio en el extranjero.