Fiesta. Como marca la tradición, se prolongó hasta bien entrada la madrugada para dar la bienvenida al nuevo año. La noche transcurrió sin que se produjeran incidentes de gravedad, según confirmaron fuentes policiales de los ocho municipios de la Isla. - Paco Sturla

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Los menorquines dieron la bienvenida al nuevo año por todo lo alto. Las mayores concentraciones de gente para recibir al 2011 tuvieron lugar, como es habitual, en Ciutadella y Maó. Sin embargo, en esa última localidad la fiesta transcurrió con algunas novedades, como demuestra el hecho de que el repicar de las doce campanadas que se escuchó desde la Plaça de la Constitución procediera de la iglesia de Santa Maria y no del Ayuntamiento, que actualmente está en obras. La comunidad ecuatoriana, aunque unas horas antes, eligió el mismo lugar para mostrar a los menorquines cómo despide su cultura el nuevo año.

Las fiestas y cotillones se prolongaron hasta primera hora de la mañana, como fue el caso de la verbena celebrada en el pabellón Sínia Costabella. En Ciutadella, la primera parte de la celebración trascurrió por el centro del casco antiguo para después desplazarse a la zona de ocio del puerto.

La noche transcurrió sin incidentes graves en los ocho municipios. No obstante, el 112 coordinó la asistencia en dos accidentes de tráfico, tres intervenciones médicas por intoxicación etílica, dos mediaciones en peleas y en un incidente por molestias a los vecinos.