El equipo de gobierno del Consell sacó adelante ayer el presupuesto de la institución para 2011, por un importe de 94,4 millones de euros, con el voto en contra del Grupo Popular. Además, el pleno rechazó la enmienda a la totalidad presentada por el partido de la oposición, que cuestionó la falta de austeridad en las cuentas.
El conseller insular de Servicios Sociales, Gabriel Subirats, señaló que la elaboración del presupuesto para 2011 se ha regido por cuatro elementos: una economía convaleciente con ciertos indicadores positivos; la aplicación de medidas de reducción del gasto público y la imposibilidad de recurrir al endeudamiento; el ajuste a la baja de la estructura de Consell; y la prórroga de los presupuestos de la CAIB, aunque aseguró que las ayudas estatutarias estaban garantizadas. Subirats destacó que los objetivos esenciales del presupuesto se caracteriza por mantener el alto nivel inversor y reactivar la economía insular; garantizar el funcionamiento de los siete centros sociosanitarios, que calificó de "invisibles pero necesarios"; asegurar los programas de ayuda a las personas con riesgo de exclusión social y a los inmigrantes, entre otros colectivos; y seguir invirtiendo en la promoción económica.
El responsable de Servicios Sociales subrayó, entre las medidas de la institución insular, el recorte en un 5,3 por ciento del gasto total, que ha afectado a Acción Social, el programa de transporte público, la educación para adultos y las becas de estudios. Asimismo mencionó la reducción del nivel de endeudamiento y aseguró que a finales del próximo año la deuda ascenderá a 37,2 millones, "unos 400.000 euros por debajo de la deuda que había en 2008". Subirats señaló que las cuentas para el próximo año contemplan unas transferencias a ayuntamientos por importe de 11,7 millones, lo que representa el 12,5 por ciento del total, y más de 548.000 euros para el desarrollo.
El conseller matizó que el presupuesto pretende reforzar la formación profesional para desempleados y, además, apoyar los sectores agrario y del calzado. Por último, Subirats solicitó al Grupo Popular un esfuerzo de complicidad para apoyar las cuentas de la institución insular, "puesto que desde 2008 han hecho una política de desgaste partidista. Ni nosotros somos tan malos, ni ustedes son perversos, por lo que pido que retiren la enmienda a la totalidad".
La portavoz del Grupo Popular, Juana Francis Pons Vila, rechazó que su partido llevase a cabo una estrategia de desgaste, sino que la actuación era coherente con su discurso político, por lo que en el inicio de su intervención ya anunció que no retiraba la enmienda a la totalidad. "Los presupuestos que presentan no son austeros ni están adecuados a la realidad de la Isla, además de contemplarse un sustancial recorte de los gastos sociales". Pons Vila recordó que Menorca ostenta los peores indicadores económicos de Balears y que en los tres últimos años el crecimiento ha sido negativo. En este sentido, subrayó el imparable ascenso del número de parados, al pasar de unos 3.000 en 2008 a los más de 7.000 desempleados existentes en la actualidad, "por supuesto es un dato que no me gusta subrayar pero es real. El esfuerzo inversor que preconiza y las ayudas a los sectores consisten más bien en un eslogan que en una actuación efectiva".
Pons Vila recordó que el recorte de los sueldos del personal del Consell efectuado en mayo, que tildó de insuficiente, era debido a las directrices emanadas por el Gobierno central y, por otra parte, señaló que la macroestructura política de la institución había sido justificada por PSOE y PSM-Verds por las transferencias, "algo que no se justifica, puesto que hoy con la aprobación del presupuesto sólo se transfiere la competencia de caza". En cuanto a la inversión productiva, la portavoz popular también cuestionó el centro de interpretación de S'Enclusa, proyecto que calificó como un concesión a Els Verds, y señaló que las salas multifuncionales de Ferreries y Sant Lluís y el proyecto de la fibra óptica no son resultado del esfuerzo inversor del Consell sino del Estado. Aseguró que "faltaría más que el Consell no mantenga las ayudas a los centros dependientes, incluso debería mejorar el servicio que se presta".
La portavoz del Grupo Popular rechazó el "tono amable" de Subirats al solicitar la complicidad para apoyar los presupuestos, puesto que éste no había dado opción al PP a participar en su elaboración antes de que los presentase en la pertinente comisión y ante la prensa.
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