El candidato del PSOE a la alcaldía de Es Castell, Francesc Arnau, avanzó ayer que uno de los objetivos de su partido será invertir la tendencia de la localidad a convertirse en un "pueblo dormitorio" de Maó y reactivar la economía local con más actividades de ocio y nuevas infraestructuras que retengan a los jóvenes, como la construcción de un instituto en el antiguo Cuartel de Ingenieros.
Una oferta educativa que corresponde a Es Castell, aseguró, porque alcanza ya una población de 8.000 habitantes. Además, Arnau, que fue presentado oficialmente como alcaldable a las próximas elecciones de 2011 en la sede local del PSOE, apuesta por la reapertura del teatro-salón y por la creación de un Casal de Joves para lograr más actividad social.
Arnau, acompañado de la ex alcaldesa Maria Borràs y el ex presidente del Consell, Tirso Pons, criticó "la falta de planificación" que existe con el actual gobierno municipal del PP e Independents per Es Castell (IPEC) que, en su opinión, ha conducido a actuaciones como la reforma de la Plaça Esplanada, "ni planificada ni aceptada por el pueblo, porque se sacó de un cajón cuando llegó la subvención de casi dos millones de euros del Plan E y se hizo sin discusión previa".
Arnau opinó asimismo sobre el conflicto vecinal surgido en torno a la discoteca Tonic, en Son Vilar, y afirmó que "se debe llegar a un acuerdo con propietarios y vecinos para que este negocio pueda funcionar con normalidad, porque cumple la ley". En cuanto al exceso de nitratos en el agua para el consumo humano, el candidato socialista afirmó que es un problema insular, que requiere de "una solución global para toda Menorca", y señaló que se necesita saber la parte de la inversión que debería realizar el Consistorio para "asumir o no" el proyecto de la potabilizadora.
Francesc Arnau, de 46 años de edad, tiene una larga trayectoria como militante del PSOE, ya que se afilió con 20 años a las Juventudes Socialistas en Valencia. Ha ocupado el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Es Castell durante tres mandatos, dos con Maria Borràs al frente del grupo municipal del PSOE y otro con Irene Coll, actual presidenta de Unió Menorquina, antes de que se produjera la crisis que dividió a los socialistas de la localidad en 2004. La asamblea local del PSOE le designó cabeza de lista por mayoría de sus miembros.
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