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El valor añadido que la gente de Menorca aporta a la Isla es incalculable; cuando me dirigía a Ferreries para realizar esta entrevista ignoraba la magnitud, lo diré así, del esfuerzo que en pro de la colectividad han venido desarrollando a lo largo de 42 años los hermanos Carreras Torrent; inimaginable, los datos son ilustrativos por sí mismos, y en este prefacio daré sólo uno: su fondo científico cuenta con 70.000 ejemplares de artrópodos (insectos, arácnidos, miriápodos y crustáceos) aparte de todo cuanto alberga el Museo de Binissuès.

Aunque el protagonista es Joan Carreras Torrent, su hermano Miguel, no sólo estuvo presente en esta "puesta en escena", sino que aportó su experiencia y datos de gran importancia.

¿Ferrerienc de pura cepa?

Pues sí, puesto que no solo nací aquí sino que mis raíces también lo son; y como sueles decir, soy de la "cosecha" del 45.

Lo que significa que has cumplido la edad de la jubilación. ¿Tapicero de profesión y apasionado de la naturaleza de vocación?

Sí, aunque antes de dedicarme a la tapicería fui carpintero, trabajaba en la empresa Muebles Allés.

¿Cuáles fueron tus primeros pasos?

Recuerdo que iba con mi abuelo, que cuidaba de mí, mientras él "feia estivada"; luego acudí a la Escuela Pública, de cuya etapa recuerdo a don Rafael Florit, un maestro natural de Maó, a don Juan Herrero y a multitud de amigos, digo amigos y no compañeros porque en Ferreries todos los chicos éramos amigos.

Y del colegio saltaste a Muebles Allés.

No directamente; mi padre tenía un molino y yo comencé a trabajar con él, pero poco después inicié mi aprendizaje de carpintero en Muebles Allés.

Hasta que os independizasteis y montasteis el taller de tapicería.

Dices bien, porque también yo -tercia Miguel- comencé como carpintero hasta que en el año 1977 abrimos el taller de tapicería, pero los dos.

Tú eres el más joven puesto que me has dicho que naciste el 27 de mayo de 1954, fecha que coincide con la de mi nacimiento pero con algunos años de ventaja a mi favor. ¿Cuántos hermanos fuisteis?

Sólo dos, Joan es el mayor y yo que cierro la lista de una familia no numerosa.

En aquellos años Ferreries era un pueblo vivo, dinámico, joven…

Lo era y en donde el trabajo no escaseaba; muebles, zapatos y bisutería eran los pilares de un pueblo que buscaba afianzarse y que no abandonó el campo, al contrario, siguió siendo fiel a sus raíces.

Tiempos aquellos en que muchas de las parejas jóvenes de toda Menorca se desplazaban a Ferreries a comprar los muebles para su nuevo hogar, ¿lo recuerdas?

Perfectamente y cuanto se juntaban varios pedidos de muebles de estilo inglés representaba tener trabajo asegurado al menos para medio año.

¿Cómo se vivía?

Bien, muy bien; porque había suficiente trabajo para todos y si hay trabajo la gente vive feliz y se siente a gusto; a los catorce años, cuando los chavales dejaban la escuela ya tenían el trabajo asegurado y casi siempre el que ellos mismos habían elegido.

Y el estilo de vida, ¿cuál era?

Tranquilo pero la juventud disfrutaba, sobretodo porque todos nos conocíamos y todos éramos amigos; por Sant Bartomeu el ambiente cambiaba, había que aprovechar aquellos días de jolgorio extra y dado que los jóvenes de Ciutadella acudían en masa, el colorido del pueblo, su dinámica, cambiaba por completo, eran días para disfrutar y lo hacíamos.

Años después hubo un acontecimiento que puede no haya sido debidamente valorado, me refiero a la construcción del Instituto Biel Martí, nombre del alcalde con el que tanto tú, Miguel, como yo, compartimos amistad y partidos, los de Adolfo Suárez, UCD y CDS.
¿Qué representó dicho instituto para Ferreries?

Algo extraordinario, yo diría que ha sido uno de los mejores y más importantes hechos que se han dado en Ferreries; en realidad se trabajó mucho para conseguirlo, desde el Ayuntamiento se centralizó el trabajo a realizar y todo el pueblo secundó el proyecto y dado que era una petición unánime -Ayuntamiento, los dos colegios, entidades locales y el pueblo de Ferreries como tal-, conseguimos que el instituto fuese una realidad.

En uno de tantos viajes a Palma que realicé con Biel Martí, recuerdo que hablamos del asunto que para él era vital. ¿Ha colmado las expectativas iniciales?

Absolutamente todas, ten en cuenta que ahora los chicos y las chicas que quieren seguir estudiando pueden hacerlo aquí sin tener que desplazarse a Ciutadella, Alaior o Maó, ahora siguen en casa, incluso hay alumnos de Es Mercadal que estudian en el "Biel Martí". Añadiré que para mí Ferreries sigue teniendo una deuda de gratitud con Biel, entrañable amigo y mejor alcalde.

El siguiente paso, cuando se quiere seguir estudiando, es la Universidad. ¿Son muchos los alumnos que acceden a ella?

Yo diría que sí; la mayoría se inclina por la Universitat de les Illes Balears mientras que otros prefieren Barcelona e incluso Madrid, u otras universidades. Ello hace que el nivel académico vaya subiendo porque contar con un título universitario no sólo favorece al profesional que lo ha obtenido sino que repercute, aunque sea indirectamente, en el pueblo.

Pero en Ferreries ha habido otros cambios. ¿Cuáles destacaríais?

El nuestro era un pueblo pequeño, de cuatro calles y poco más, por ello el desarrollo urbano operado ha sido extraordinario; destacable también la instalación del agua corriente en todo el pueblo, que se hizo realidad siendo alcalde Antoni Salom.

Y el turismo, ¿qué significó?

Abrirnos a la modernidad; en este campo, con Cala Galdana, Ferreries fue prácticamente pionera, aunque en sus inicios no fueron muchos los que se dedicaron a esta industria; paulatinamente la gente fue engrosando la nómina de trabajadores del sector turístico pero inicialmente no fue así; puede que los primeros en incorporarse fueran los jardineros y luego fue como una cascada y hoy son muchísimos los que trabajan en este sector.

El repaso podría continuar pero adentrémonos en vuestra vocación/amor por la naturaleza. ¿Cómo nació esta afición o pasión?

De forma espontánea y natural; a los dos nos producía una gran frustración que la muerte de un animal nos privara de poder admirar su belleza porque lo que cabe decir es que nuestro inicio fue puro conservadurismo; luego, en los años 1968/69 decidimos realizar un curso de taxidermia, por correspondencia, en el Instituto Jungla de Madrid, sin otra pretensión que la de tener una pequeña colección en nuestra casa pero como cualquier afición sabes cuando empieza pero nunca cuando acaba.

Éste fue el inicio, pero ¿de dónde sacabais el tiempo para dedicarlo a esta labor?

Imagínatelo, al acabar el horario laboral "robando" tiempo a la noche, en los días libres, domingos, festivos y vacaciones, la afición "mueve montañas", así lo hicimos; en los primeros años nos dedicamos a las aves, a los mamíferos, reptiles y peces de Menorca y a fabricar las vitrinas en donde instalábamos dichos ejemplares.

Y el siguiente peldaño os llevó a montar dichas colecciones en Binissuès.

No precisamente, puesto que antes de ello nos habíamos dedicado a los artrópodos (insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos) pero no sólo de la Isla sino también del mundo entero; el traslado a Binissuès se inició en 1997 y una vez instalados comenzamos la colección dedicada a la malacología (bivalvos y gasterópodos, "escopinyes i caragols"), tanto de tierra como marinos).

Debo decir que hoy he recibido una clase magistral de ciencias naturales, pero sigamos, porque vosotros no parasteis.

No. no paramos, seguimos trabajando e incorporamos una nueva sección, la de geología con muestras reales de rocas, fósiles y minerales no sólo de la Isla sino también del resto del mundo.

Y la penúltima colección, porque no me atrevo a decir última, ¿cuál ha sido?

La de "Els bolets de Menorca"; no pongas esa cara, son réplicas exactas hechas de cerámica porque "els bolets" no pueden conservarse en su estado natural.
Además de coleccionistas ceramistas.

Siempre me había gustado la escultura, la cerámica, trabajar en "fang" -afirma Miguel- y conseguí adentrarme en este arte y ofrecer réplicas exactas, como puedes comprobar, "dels bolets de Menorca". Incluso, y a base de muchas horas de dedicación, he conseguido que el colorido sea exacto, casi perfecto; la muestra abarca mil "bolets" que representan más de 225 especies diferentes y cada uno de ellos es una pieza única, amasada "en fang", modelada y pintada a mano

Lo único que les falta es que sean comestibles, porque son piezas perfectas.

Intentamos que lo fueran y a tenor de los comentarios creemos que lo hemos conseguido.

Y la idea de trasladar vuestras colecciones a Binissuès, ¿cómo surgió?

De la amistad con su propietario, con don Carlos Salord. Con Binissuès tenías una vinculación muy especial, nuestro padre había nacido allí, sus padres, nuestros abuelos paternos eran los payeses de dicho predio y siempre hemos mantenido una excelente relación de amistad con los propietarios, actualmente don Carlos Salord.

Pero antes, creo recordar, hubo un intento de instalarlo en unas dependencias municipales. ¿Cierto?

Del todo; las vitrinas llenaban casi por completo la casa paterna por lo que intentamos crear en el pueblo un lugar adecuado para instalarlas; Biel Martí era el alcalde y estudiamos la posibilidad de construir un museo en el antiguo matadero pero para adecentarlo había que realizar una fuerte inversión que en aquel momento no era viable aunque la idea resultó positiva porque hoy alberga el Centre de la Natura; por nuestra parte seguimos buscando donde trasladar nuestras colecciones y surgió lo de Binissuès que hoy las cobija dentro de un entorno maravilloso.

En cuanto a las visitas, que son muchas, ¿qué clase de gente se interesa por estas valiosísimas colecciones?

Especialmente gente de Menorca; clubs de jubilados, escuelas, turistas de la tercera edad y todos aquellos visitantes, nacionales y extranjeros, que tienen un interés especial por la naturaleza; además y desde la ampliación de las salas hemos dado más vistosidad al museo.

Es hora de ofrecer algunos apuntes complementarios. Según vosotros, ¿cuáles deberían ser?

Muchos, por ejemplo y en lo que atañe "als bolets"; colección en la que estamos actualmente trabajando para ampliarla hasta dejarla en 500 especies y 2.000 ejemplares; además el Museo cuenta con una colección audiovisual de unos mil documentales y una selección de 90 fotografías de dicho tema y de las que es autor José María Pons Muñoz. Otra de las colecciones acoge 100 peces de Menorca y la de invertebrados cuenta con una representación de más de seis mil ejemplares; además todas las colecciones, todas las vitrinas, tienen las indicaciones necesarias para poder conocer con exactitud sus peculiaridades.

¿Habéis recibido alguna ayuda?

Ninguna, buenas palabras sí, pero ayudas crematísticas ninguna.
Recientemente habéis recibido un merecido homenaje por parte del Ayuntamiento de Ferreries, del Institut Menorquí d'Estudis (IME) y del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid por "la densa i dilatada tasca de recerca d'investigació i divulgació en el món de les ciències naturals", llevada a término por los hermanos Carreras Torrent.

¿Qué significó para vosotros?

Una enorme satisfacción porque el trabajo llevado a cabo durante estos 42 años ha sido reconocido y valorado tal como señala el comunicado de adhesión que en nombre de la Universidad de les Illes Balears nos remitió el doctor Llorenç Huguet Rotger y el profesor del departamento de Ciències de la Terra, el señor Pons Buades, que dice que "Els germans Carreras Torrent han heredat aquell esperit de col.leccionisme científic dels naturalistas menorquins del segle XIX, (…) d'autentica passió per la natura".

Y de cara al futuro, ¿algún objetivo en concreto?

Los tenemos y varios; actualmente estamos trabajando en la edición de un libro/catálogo de las especies de Menorca que están expuestas en el museo y nuestro deseo es publicar un segundo libro con las especies del resto del mundo, también expuestas en Binissuès y en la informatización de "todo" cuanto poseemos; además y con el fin de que estas colecciones tengan entidad jurídica propia y su continuidad esté garantizada estamos estudiando la posibilidad de crear una fundación.

El tema es apasionante en grado superlativo, pero continuemos ojeando otros temas; a mi siempre me ha impresionado la vitalidad y el sentimiento de solidaridad que caracteriza a Ferreries. ¿A qué se debe?

A todo un cúmulo de circunstancias, sobre todo a la complicidad que siempre ha existido entre las instituciones, el Ayuntamiento concretamente y la sociedad civil; recuerdo -de nuevo Miguel es quien interviene- que siendo concejal me encargaba de Cultura, Deportes, Juventud y Fiestas, y todo cuando organizábamos contaba con la colaboración entusiasta de todos, era un trabajo de equipo perfectamente coordinado.

En su día tuvo fama de ser un pueblo católico, apostólico y… ¿Lo sigue siendo?

Antes lo era más que ahora, igual que ocurre en todas partes; actualmente la religión pasa por una fase de enfriamiento diferente al "calor" que antes existía.

Solidario, ¿lo es?

Sí, muy solidario, de hecho que el Fons Menorquí de Cooperació radique en Ferreries es una prueba de ello.

Antaño la juventud estaba volcada con el deporte y estaba muy involucrada en la vida del pueblo. ¿Existen diferencias al respeto?

Calificar a la juventud globalmente es extremadamente difícil, porque la hay muy sana y comprometida con el devenir del pueblo como también la hay que va a su aire, sin complicarse la vida; vinculada al deporte sí que lo está, de ahí que en esta parcela Ferreries mantenga un alto nivel competitivo.

¿También aquí se ha instalado la crisis?

Más bien sí; se nota, sobre todo en estas fechas en que la lista de parados se ha incrementado debido al cierre de las instalaciones turísticas; afortunadamente el sector del calzado, con Jaime Mascaró "com a capdavanter", sigue manteniendo su ritmo de trabajo porque otros sectores, como es el de los muebles, han entrado en un estado de "latente preocupación". Pero miramos el futuro con optimismo y por ello confiamos en una recuperación, lenta, esto sí, pero con otras pautas menos consumistas y más solidarias.

Hablar de Biel Martí y Nofre Janer es casi obligado. ¿Qué significó su desaparición para Ferreries?

"Dos cops molt forts"; los dos murieron siendo alcaldes y en plena juventud; tanto Biel como Nofre eran muy queridos y con carisma… En algunos momentos creo -Miguel dixit- que todavía no hemos superado el trauma de su desaparición.

Dos alcaldes centristas en un pueblo que ha cambiado políticamente de signo.

Efectivamente pero un nuevo cambio, una vuelta a los orígenes democráticos cabe dentro de las posibilidades de futuro.

Los dos me habéis dicho que la crisis tiene, o debería tener, su lado positivo, ¿cómo cual?

Que colocará a cada uno en su sitio y que, si somos lo suficientemente inteligentes, actuaremos con mayor sensatez y no tan alocadamente como veníamos haciéndolo; tener, acaparar no es la solución, ésta está en el compartir.

Con la puerta de la jubilación abierta, ¿qué le pides a la vida?

Salud para poder seguir con mis cosas, con mis aficiones.

No cabe añadir más; sólo un "cum laude" para Joan i Miguel Carreras Torrent; se lo han currado.