El nuevo presidente del Club Marítimo de Mahón, Nemesio Suárez, señaló que en los próximos meses centrará sus esfuerzos en negociar con Autoridad Portuaria de Balears para solicitar su colaboración en la ejecución de los proyectos claves para la marina. Tras proclamarse vencedor de las elecciones celebradas el pasado viernes con tan sólo dos votos de diferencia sobre la lista que encabezó Antonio Hernández, Suárez demandó ayer "tranquilidad" y volvió a reiterar su mano tendida a la candidatura derrotada.
El próximo viernes se escenificará el traspaso de poderes entre la junta saliente y la entrante, si bien el nuevo presidente señaló que antes se reunirá con su equipo para perfilar las negociaciones que se mantendrán con la candidatura de Antonio Hernández y la posible inclusión de algunos de los nombres que la conformaban. "No han sido las elecciones a la Casa Blanca, sino unas elecciones entre amigos", advirtió al tiempo que destacó la alta participación de la masa social del Club en el proceso electoral que alcanzó el 40 por ciento. "Como dije, ganase quien ganase, la primera piedra ya se colocó el viernes. Ni los presidentes más antiguos recordaban una participación similar, votaron 230 personas de las 570 que tenían derecho", recordó.
Nemesio Suárez reconoció que hasta que se jubile el próximo año compatibilizará la presidencia del Marítimo con su trabajo como director del Aeropuerto de Son Sant Joan en Palma y por tanto, durante algunos meses delegará en la nueva junta directiva parte del trabajo a desarrollar. "Siempre he trabajado en equipo y aunque vendré a Menorca los fines de semana, el peso recaerá en él". No obstante advirtió que aprovechará su estancia en Palma donde "también hay una labor tremenda" para tratar directamente con Autoridad Portuaria, entidad que en el fondo, dijo, "es la que al final decide". "Debemos luchar por nuestros objetivos, con tranquilidad y hay que oír lo que se nos diga desde Autoridad Portuaria y pedir ayuda sin crispación", dijo.
Destacado gestor, Suárez es actualmente director del Aeropuerto de Palma, fue subinspector de Aviación Civil y máximo responsable de los aeropuertos de A Coruña, Fuerteventura, Menorca (1986-2000), trabajos que ha compaginado con su pasión por el mar y que disfruta gracias a su llaüt de 32 pies y 20 años de antigüedad.
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