Ports de les Illes Balears puso sobre el papel ayer su idea de cómo debe quedar el puerto interior de Ciutadella una vez que entre en funcionamiento el dique exterior y las grandes navieras ya no entren en la rada ciutadellenca. Del dibujo hecho por el ente público al que ha tenido acceso este periódico, destaca la creación de 106 nuevos amarres en los cinco pantalanes que se quieren instalar en la zona donde ahora amarran los barcos de las navieras. Cuatro de estas instalaciones serían flotantes y pivotantes, mientras que la otra instalación sería fija, de hormigón y acogería a 27 embarcaciones de recreo de 12 metros de eslora, las golondrinas y el buque de salvamento marítimo. En el resto de pantalanes, se ubicarían 17 puntos de amarre para barcas de diez metros de eslora; 32 para buques de nueve metros, y 22 para embarcaciones más pequeñas.
Además de estos amarres en los pantalanes, el puerto interior recuperaría los amarres del Moll de la Trona, que fueron suprimidos años atrás para garantizar la navegación de los grandes buques. Con la habilitación de esta zona como punto de amarre, el Club Nàutic recuperará 27 amarres para embarcaciones de entre 12 y 15 metros de eslora. De hecho, la entidad ya maneja un presupuesto para volver a acondicionar esta zona y dotarla de los servicios mínimos para permitir el amarre de embarcaciones de tránsito.
Con la propuesta de Ports, las embarcaciones que ya tienen su punto de amarre de base en el puerto seguirían en la misma ubicación, aunque se agruparían según sus esloras para racionalizar el espacio actual y optimizarlo. Por contra, los amarres para embarcaciones en tránsito se situarían entre la pasarela del Club Náutico y los puntos de atraque existentes en frente de los restaurantes de la ribera sur del puerto.
En el encuentro ayer se habló de usos y ubicaciones, pero no de gestión. Cabe recordar en este sentido que en una anterior visita a Ciutadella, el responsable máximo de Ports de les Illes Balears, Jaume Carbonero, prometió que la gestión de las nuevas infraestructuras portuarias no irían a parar a manos privadas. Ayer, este tema no se tocó, a pesar que desde alguna asociación, como el Club Nàutic de Ciutadella, se recordó al vicepresidente de Ports, Antoni Armengol, y a su gerente, Juan Carlos Plaza, su promesa. De momento se trata de definir cómo quedarán repartidos los espacios físicos. Más adelante se hablará de quién y cómo los gestiona.
Durante la reunión de ayer, los responsables de Ports, acompañados de la alcaldesa de Ciutadella, Pilar Carbonero, y el conseller de Ordenación del Territorio de Menorca, Joan Marquès, tomaron nota de las sugerencias que les hicieron las diferentes entidades. La intención es presentar una propuesta retocada en una próxima reunión, con la intención de avanzar e intentar alcanzar un acuerdo cuanto antes. El objetivo final es que ya en el próximo verano, cuando se supone que el dique exterior y la estación marítima provisional estarán operativos, la reordenación interior esté acordada y ejecutada. Así al menos lo reconoce la alcaldesa, quien no quiere que pase un tiempo excesivo entre que las navieras empiecen a operar en el exterior del puerto, y que la rada interior está acondicionada para los nuevos usos.
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