Pat Palmer: "Yo también pensé que era increíble cuando llegué y abrí el equipaje"

El bolso de mano resultó ser la típica bolsa de playa, con la lagartija y el nombre de Menorca impresos, en la que Pat puso la vieja hacha, un reloj y algunos pequeños objetos decorativos para su casa de Es Mercadal, junto con algo de ropa. Nada difícil de detectar para el escáner del control de seguridad en Luton.

Pero ¿cómo se le ocurrió traer el hacha en avión en lugar de comprar una aquí?
Exacto, exacto, oh, no preguntes, no preguntes, fue una ocurrencia -ríe, un poco avergonzada-. En realidad fue idea de Steve, el amigo de mi hijo. Cuando íbamos a venir me dijo "llevaré el hacha a Menorca para cortar madera" y yo le dije que eso no se podía llevar en el avión. Es un hacha que era de mi padre y estaba olvidada en una estantería de la terraza en mi casa de Inglaterra.

¿Por qué no la facturaron?
Esa era la idea, pero el equipaje de Steve era tan pesado que decidimos facturar el suyo en lugar del mío. Yo ya no pensé más en el hacha, estaba ahí desde el día anterior. En realidad, era Steve quien llevaba la bolsa.

Parece todo una broma, pero no fue así...
No, no, es bastante serio, porque te prohíben llevar cortauñas y con un hacha como ésta se puede dañar un avión.

¿Se imagina qué hubiera ocurrido si llegan a detectar el hacha en el control?
No sé, con las leyes actuales creo que podrían habernos detenido hasta 28 días bajo sospecha de terrorismo.

Hemos tenido mucha suerte -se ríe e interviene en la entrevista Steve Hough, el compañero de viaje de Pat Palmer y coprotagonista de la historia. De hecho, fue él quien rescató el hacha, olvidada y con óxido, para darle una utilidad en Menorca. La herramienta tiene ahora mejor aspecto y está más afilada.

¿Se da cuenta de que ha puesto en evidencia las medidas de seguridad? Y justo en un mal momento, cuando se han detectado paquetes-bomba transportados en avión y uno de ellos precisamente en Londres.
Sí, pero lo hicieron porque tenían informaciones, no en los controles. Me parece que si quieren hacer explotar un avión no creo que lo planeen para esta misma tarde sino que pasan años y se introducen en el sistema, entre los trabajadores del aeropuerto, etc, en fin, no sé cómo lo hice, no sé cómo pude hacer algo así, es ridículo (se ríe a carcajadas).

Debían estar distraídos en el control, pero nosotros no hicimos nada para distraerles.

Este viernes vuelve a Londres, otra vez pasará por Luton, ¿se va a sentir observada?
Bueno, les enseñaré todo lo que lleve, nunca llevo mucho equipaje. Lo que ocurre es que quiero pasar temporadas más largas en Menorca y cerrar la casa de allí -Pat vive en Fordham, cerca de la ciudad de Cambridge-, y voy trayendo cosas, pocas, porque aquí tengo de todo.

En el Aeropuerto de Luton dicen que todo va bien, y que no está probado que el hacha se colara...
(Responde Steve, con ironía). Bueno, pero seguro que ya hay alguien que está revisando los sistemas de seguridad, seguro.

Se han puesto en contacto con ustedes, del Aeropuerto o de la compañía aérea?
No, no, nadie.

Hay quien cree que esta historia es ficticia ¿qué opina?
Es real, pero yo también pensé que era increíble, cuando llegué a casa y vi lo que llevaba en el equipaje.

Después de 25 años de tener casa en Menorca y pasar temporadas en la Isla, supongo que nunca le había ocurrido algo así.
Oh no, no, nunca antes había viajado con un hacha.

Pat Palmer, viuda de 74 años y madre de dos hijos, regresará al Reino Unido pero volverá a Menorca por Navidad, y esta vez lo hará más ligera de equipaje.