Camposanto. La construcción de las nuevas tumbas ha supuesto una inversión de 172.000 euros - Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Sant Lluís está analizando cinco posibles alternativas para llevar a cabo el proyecto de ampliación del cementerio municipal, que representará la construcción de 408 nichos, y que lleva casi ocho años paralizado debido a los problemas técnicos surgidos con la ubicación propuesta en su momento.

El Ayuntamiento de Sant Lluís proyectó a finales de 2002 la ampliación del cementerio municipal, al objeto de solventar el problema de la escasez de nichos, tanto de propiedad como de alquiler. Dicho proyecto contemplaba la construcción de tres edificios perimetrales y la habilitación de un patio central. Cada uno de los edificios tiene una altura de cinco metros, con una cubierta acabada en tejado y presenta dos niveles diferenciados, en los que se habilitan tres hileras de nichos superpuestos en cada uno de ellos.

Además, el nuevo recinto proyectado incluye un columbario, con una capacidad para 102 urnas cinerarias, un crematorio, un horno incinerador de restos humanos y otro de materias deletéreas, una sala para realizar autopsias, cámaras frigoríficas, un velatorio y una capilla. El proyecto auspiciado por el anterior equipo de gobierno fue redactado por la empresa Cons-Te y estaba presupuestado en 1,3 millones de euros, cantidad que ocho años después se habrá incrementado de forma sensible.

La ampliación del cementerio municipal de Sant Lluís fue proyectada en unos terrenos, con una superficie de 1.470 metros cuadrados, contiguos al camposanto y situados al sur del mismo. El Ayuntamiento adquirió el solar a una empresa de jardinería ubicada en la zona, mediante la permuta con un solar de titularidad municipal situado en el Polígono Industrial de la población. En estos terrenos discurre un canal que tiene su origen en la zona de Biniati, en las proximidades del Aeropuerto de Menorca, y desem­boca en el barranco de Rafalet. Precisamente, más de la mitad del nuevo recinto funerario se ubica sobre este torrente que, según un estudio de inundabilidad, puede alcanzar un caudal en caso extremo de 13 metros cúbicos de agua, por lo que el proyecto no ha obtenido el visto bueno de los técnicos del Govern balear.

El alcalde Llorenç Carretero ha señalado que los servicios técnicos municipales están barajando cinco alternativas posibles, con la finalidad de facilitar que el proyecto de ampliación del cementerio pueda tramitarse y ejecutarse dentro de un plazo razonable. En este sentido, Carretero ha asegurado que confía en que el problema pueda estar solucionado antes de finales de año, después de que el Ayuntamiento consiga adecuar el nuevo recinto a las directrices que marcan las consellerias de Medio Ambiente y de Sanidad del Govern balear.