Toni Sansó Bauzà - Archivo

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Autoficha
Me llamo Toni Sansó Bauzà y tengo 38 años. Nací en Inca pero vivo en Ciutadella desde hace un año con mi novia, Àngels, y dos perros. Soy masajista, una profesión que siempre me había interesado y que empecé a estudiar hace 4 años. Cuando tengo tiempo libre me gusta viajar, ir a caminar por el Camí de Cavalls y salir a correr.

¿Por qué decidió venir a vivir a Menorca?
En enero de 2009, me fui de voluntario con la ONG Dentistas Sobre Ruedas a Mauritania y Senegal. Cuando llevaba más de un mes, conocí a Àngels, quien también estaba colaborando con la organización. Nos volvimos a encontrar en la fiesta de bienvenida en Barcelona unos meses después y, tras un tiempo de idas y venidas, decidí venir a vivir con ella.

¿Qué tal la adaptación en la Isla?
Debo admitir que me está costando un poco, es difícil. He viajado mucho y ésta es la primera vez que me ocurre algo así, pero bueno, tiempo al tiempo.

¿Ya se dedicaba al mundo de los masajes antes de llegar a Menorca?
No. Antes me dedicaba al mundo del turismo pero sufrí un accidente de coche que me hizo replantearme si realmente estaba haciendo lo que quería en mi vida. Cuando estuve en el hospital, escribí una lista con cosas que siempre había deseado hacer y me planteé llevarlas a cabo poco a poco. El viaje a África y hacer un curso de masajes eran dos puntos de esa lista.

Hace 4 años que es masajista, ¿qué parte le gusta más de su trabajo?
Sobre todo, la satisfacción que se siente cuando ves que la persona se va contenta. Con las personas mayores es más gratificante si cabe. Todavía no le encuentro aspectos negativos aunque sé que la espalda y las manos de un masajista se resienten fácilmente. He realizado muchos cursos y uno de ellos fue en Tailandia, donde nos explicaron cuáles son las posturas que hay que adoptar para trabajar. Creo que es una labor que se me da bien y ya es un lujo dedicarte a lo que te gusta.

¿Alguna anécdota?
Recuerdo que le di un masaje a una mujer que cumplía 81 años. Era el primer masaje que recibía y me preguntó cómo era posible que me pagaran por tocar a mujeres. La señora lo dijo como pensando "¡te pagan por ponerte las botas!" .

Ha ideado el concepto de masaje solidario, ¿en qué consiste?
Me gustaría aportar mi granito de arena y apoyar a las asociaciones que ayudan a las personas, animales o medio ambiente. Yo donaré 1 ó 2 euros del masaje que realice a la asociación que el cliente escoja de la lista. Invito a todas aquellas agrupaciones que quieran adherirse a esta idea a que lo hagan. Puedo realizar masaje relajante, reiki, tratamiento del dolor, reflexología o indio de cabeza. Esta iniciativa es hasta el 30 de noviembre y mi intención es empezar este lunes. Creo que es una buena manera de trabajar y colaborar con una buena causa al mismo tiempo. Para más información: massatgesmenorca@gmail.com.