obras en marcha . La maquinaria ha empezado los trabajos de nivelación y compactación del terreno. Los vecinos temen que quede como una amplia zona desértica - Paco Sturla

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El inicio de las obras del Plan E en la zona verde de la calle Gustavo Mas ha despertado el malestar vecinal. Los vecinos rechazan el proyecto al considerar que se pierde la oportunidad de ganar un espacio recreativo arbolado.

Las máquinas han empezado a nivelar el terreno en la parte más septentrional de la plaza, la única zona pendiente de actuación en el perímetro del parque. El proyecto se ha adjudicado por 62.540 euros a la empresa Tolo Pons y contempla la compactación del terreno y la aplicación de tierras de diferentes tonalidades. Ésta es la información de la que disponen los vecinos y que figura en el cartel que anuncia las obras. "Los trabajos han empezado, las apisonadoras están trabajando sin que se nos haya consultado, ni escuchado a los vecinos", afirma Adela Castro, presidenta de la Associació de Vesins del Sector B-8.

La portavoz vecinal considera que "ha habido poca sensibilidad en la rehabilitación de esta plaza". Se refiere a que los vecinos "llevamos años batallando para conseguir una zona verde recreativa digna". Recuerda que en el mandato del PP y el PMQ se intentó que la plaza se convirtiera en un aparcamiento, pero la presión vecinal logró preservar el espacio ajardinado. Posteriormente, en 2007 se construyó la pista multifuncional. De hecho, la asociación vecinal nació en 2007 con la prioridad de defender la zona verde de la calle Gustavo Mas, que suma 6.000 metros cuadrados de equipamiento público. Fue en el pasado mandato que se habilitó la zona de parque infantil y arbolado más próxima al colegio Margalida Florit.

"Con el cambio de gobierno habíamos depositado la confianza para que la plaza quedara completada con más espacio verde y zona recreativa, pero ahora vemos que el terreno se está explanando", señala. No obstante, destaca que "gracias a la intermediación de la concejala Anna M. Pons habremos conseguido que el Ayuntamiento destine 2.000 euros para arbolar una franja".

Detrás del malestar vecinal, también subyace el temor de los residentes de la zona de que el proyecto que se está ejecutando pueda propiciar más molestias por la concentración de grupos los fines de semana.

Adela Castro considera que el Ayuntamiento ejecuta el proyecto sin solucionar el problema de fondo del parque como punto de concentración de grupos. "¿Alguien se imagina la Plaça des Born con 50 personas que se pongan a cenar con mesas y sillas? ¿O la plaça des Pins llena de coches con las puertas abiertas y la música alta? Pues esto es lo que pasa en la zona verde de Gustavo Mas, con molestias vecinales, sin que el Ayuntamiento haya abordado el problema", dice.