En una docena de puestos se exponían todo tipo de objetos, pero sobre todo ropa, libros y discos. Otros cambistas acudieron con sus productos en bolsas - Mestral-GOB

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Hasta que la lluvia hizo acto de presencia, la primera Feria de Intercambio de Menorca se celebró ayer, en la Plaça de la Conquesta de Maó, con animación y la asistencia de unas sesenta personas que probaron la experiencia de una mañana de compras sin abrir la cartera ni gastar un sólo euro. Organizada por el Consorcio Mestral-GOB (integrado por Caritas Diocesana y el Grup Balear d'Ornitologia), la feria fue uno de los actos de las II Jornadas de Consumo Responsable y atrajo a cambistas de diferentes localidades y dio lugar a trueques a dos y tres bandas, hasta que la clientela lograba el objeto deseado.

Y es que en las paradas -un total de doce-, se expusieron mayoritariamente libros, juguetes, discos, ropa, herramientas e incluso productos de alimentación, pero las adquisiciones más llamativas fueron una bicicleta, un televisor y pequeños electrodomésticos como una vaporetta y una máquina de coser.

El encuentro, sólo deslucido al final de la mañana por el mal tiempo, contó además con la atracción del espectáculo "Des contes", con la cuentacuentos Laia García, que intercambió sus historias por los aplausos, sobre todo de los niños, y que incluso contó con su propia parada en este peculiar mercado.

Objetivos
Tras la jornada lúdica se encuentra un objetivo, que es el alargar la vida de muchos objetos que continúan siendo útiles pero ya no se necesitan en los hogares, y pueden ser usados por otras personas. Muchos de los asistentes ni siquiera expusieron sus pertenencias, sino que acudieron con ellas en bolsas y recorrieron la feria hasta que encontraron algo de su interés para realizar una oferta de intercambio. El trueque es una actividad antigua que adquiere actualidad porque, alargando la vida de los objetos, permite ahorrar en materias primas y también reduce residuos y ayuda al reciclaje. Además, la feria cumple otra finalidad de estas II Jornadas de Consumo Responsable, y es concienciar a la población de que es posible adquirir cosas sin necesidad de darles un valor económico y de gastar dinero.