"Trabajando con turistas te pasan anécdotas todos los días"

¿Cómo se adentró en el mundo de las excursiones turísticas?
Empecé con 14 años porque mi padre tenía el Don Pancho, un barco turístico que realizaba excursiones durante todo el día. Me saqué el título en Alicante y en Mallorca y, al volver, empezamos con el negocio familiar. El Don Joan, el barco del que me encargo actualmente, lo construyeron en Barcelona.

¿En qué consiste su día a día?
Madrugo bastante para estar a las 8.30 en el barco. Presto atención al parte meteorológico y ponemos en marcha las excursiones diarias. Suelo terminar a las 5 ó 6 de la tarde, entonces es cuando me puedo dedicar a otras actividades.

¿Qué parte de su trabajo le gusta más?
Me gusta trabajar con turistas porque son personas que están predispuestas a disfrutar del momento y de sus vacaciones, si cogen la excursión es porque quieren. La parte menos agradable es el estrés que conlleva tener que cumplir con los horarios porque, si uno llega tarde, todos tenemos que correr. Me refiero a los autobuses, por ejemplo.
Algunos touroperadores incluyen nuestras excursiones en sus programas y todo es una cadena. Pero, en general, todo es positivo, a pesar de que la temporada ha sido bastante irregular. Además, nosotros tenemos la suerte de contar con trabajo todo el año gracias al IMSERSO. Si tuviéramos que depender sólo del mes de agosto como muchas empresas, sería complicado.

¿Recuerda alguna anécdota de alguno de sus viajes con el Don Joan?
Trabajando con turistas hay que reconocer que cada día te pasa alguna cosa. Hubo una vez que le picó una avispa a una mujer embarazada. La verdad es que fue horrible, nos asustamos bastante, pero al final fue todo bien. Ahora se han puesto muy de moda los cócteles de boda paseando por el puerto. Hay que decir que la gente se porta bastante bien. Cada verano me proponen que haga fiestas de discotecas en el barco, pero me niego. Cuando hay alcohol y demás cosas por medio, es peligroso.

¿Dónde se ve dentro de unos años?
Me gusta mucho viajar y cada invierno solía irme un mes fuera de la Isla. Ahora, con el trabajo, no puedo irme tanto tiempo pero me apetece visitar Madrid y los Carnavales de Cádiz. Profesionalmente no me veo haciendo otra cosa. Creo que sé hacer bien mi trabajo y tengo la suerte de hacerlo en el puerto de Maó, único en el mundo.