trabajo. La agrupación cree en la puesta en marcha de proyectos para que los países evolucionen - internet

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La historia de Mans Unides en Menorca se remonta prácticamente a la época de la creación de la entidad a nivel nacional, hace 50 años. Explica José Vilafranca, delegado insular de la agrupación, que una mujer le habló hace poco de las 500.000 pesetas que se recaudaron en 1960 para financiar un proyecto, "lo cual indica que Menorca ya era solidaria entonces", afirma Vilafranca.

Mans Unides, entidad católica que anteayer conoció su calidad de premiada con el Príncipe de Asturias a la Concordia, cuenta actualmente con 150 socios en la Isla y con nada menos que 80 voluntarios fijos, sin contar aquellos que colaboran de manera puntual vendiendo comida en todos los pueblos o, incluso, al frente de las tiendas de Maó y Ciutadella, espacios donde, además, están los talleres en los que se elaboran los artículos que posteriormente se ponen a la venta. Desde cajas decoradas para usos varios a objetos de madera, cristal o complementos de cuero. Todo ello con el objetivo de recaudar fondos y destinarlos a las iniciativas en las que se va a trabajar cada año.

En función del dinero con el que se cuente, Mans Unides escoge varios proyectos, normalmente en África, ya que aseguran que es el continente más castigado. La idea, según explica Vilafranca, no es tan sólo luchar contra el hambre. También hay que impulsar ideas que permitan que los habitantes puedan valerse por sí mismo. Se tiene que luchar contra las injusticias y denunciarlas para hacer que penetren en la sociedad. Precisamente y con ese fin, la entidad ofrece a los centros escolares menorquines una guía de educación en valores. En cuanto a los proyectos que se están desarrollando actualmente, hay uno centrado en las mujeres viudas de Mozambique, en el que se han invertido 90.000 euros, y a quienes se les ofrece unos microcréditos para que puedan salir adelante. Asimismo, Jorge Vila, jesuita de Ciutadella, es el encargado de dirigir el proyecto de Bolivia, con un presupuesto de 60.000 euros, que consiste en acoger en un centro a los niños sin recursos y formarlos en un oficio con el fin de que puedan ganarse la vida trabajando. Además, la agrupación colabora con el Fons Menorquí de Cooperació realizando proyectos en común.

no es sólo recaudar
Además de la recaudación de fondos para la puesta en marcha de los diferentes proyectos, Mans Unides apuesta firmemente por civilizar a la sociedad. Por ello, también organizan conferencias y demás actividades en las que se hace referencia a la situación mundial actual. Las cifras son alarmantes. 925 millones de personas pasan hambre crónica y viven con menos de un euro al día. La desatención médica o la escolarización son algunos de los puntos a revisar que recoge el informe de la ONU, aspectos que, a día de hoy, no han cambiado. Éstas son cuestiones que preocupan a Mans Unides y a las que, aseguran, Menorca responde. La entidad tiene claro que no lleva a cabo ningún tipo de acción si no hay garantía de vigilancia y seguimiento. Para que los proyectos tengan continuidad, se procura no entrar en contacto o involucrarse con el gobierno de estos países ya que, en muchas ocasiones, son corruptos, así que se desarrollan por la vía de la cooperación. Es una cuestión de presión popular y combate político, "hay que hacer ver a los presidentes de tales países que la situación debe cambiar", afirma Vilafranca. Con sus 50 años de trabajo solidario, Mans Unides continuará apostando por la justicia y la concienciación.