Ciutadella recupera la titularidad del Teatre des Born para las obras

En estos últimos días, antes del pleno de hoy, el Ayuntamiento ha estado apurando los contactos con la minoría de los propietarios con los que no se había alcanzado acuerdo. Fruto de ellos, se ha conseguido, por ejemplo, la adquisición del palco propiedad de Joan Pons Anglada. El pleno de esta noche, si no hay cambios de última hora, aprobará la expropiación de dos sextas partes de dos palcos diferentes, lo que vendría a ser un palco y medio. Es un ejemplo que muestra el grado de fraccionamiento de la titularidad de las plateas. "Se trata de una proporción mínima que no nos queda otro remedio que expropiar si no hay acuerdos de última hora", indica Maite Salord. El equipo de gobierno presentará la propuesta de expropiación en el pleno de esta noche y contará con los votos favorables de UPCM y el PP.

La portavoz popular, Antònia Gener, afirma que "inicialmente no éramos partidarios de la expropiación, pero no queda otro remedio si el Ayuntamiento se encuentra con sextas partes de propiedad de un palco con las que no hay acuerdo. Daremos apoyo por responsabilidad, para que el edificio sea municipal y puedan empezar las obras". Gener indica, asimismo, que los contactos con los propietarios de los palcos se iniciaron en el pasado mandato.

Por su parte, Joan Triay valora el acuerdo mayoritario alcanzado con los propietarios de los palcos y manifiesta que "desde el principio hemos estado a favor de que el Ayuntamiento los adquiera e incluso hemos colaborado para que haya habido entendimiento en algunos casos. El Ayuntamiento ha ofrecido una buena oferta a los propietarios". La concejala de Cultura, que ha llevado directamente las negociaciones, considera que la adquisición de los palcos del Teatre des Born "es un hecho importante para Ciutadella, que recupera el cien por cien de la titularidad de un auditorio histórico".

La adquisición de los 23 palcos privados del Teatre des Born, incluidas las expropiaciones, habrá costado al Ayuntamiento unos 120.000 euros. De esta manera, el Consistorio termina con la propiedad privada de las plateas en un teatro de titularidad pública, una singularidad sólo localizada en Ciutadella, excepto algunas concesiones de uso, no de propiedad, en el Liceu de Barcelona.