Aparcar en la calle Mallorca, más difícil

El carril-bici ocupa 180 centímetros de anchura, a los que hay que añadir el margen de seguridad. El tramo de la calzada destinado a la circulación se fija en tres metros, y el resto será para aparcamientos. 190 centímetros es una anchura que cumplen la mayoría de turismos, pero no así determinadas furgonetas y vehículos de alta gama.

Además, desde un poco antes del instituto Josep Maria Quadrado y hasta un poco después no se podrá aparcar. En lugar de los estacionamientos, se habilitará un espacio para que los vehículos puedan parar durante un tiempo máximo de dos minutos, pensando en aquellos padres que llevan a sus hijos al instituto en coche.

El próximo lunes, muchos alumnos del "Quadrado" ya podrán ir a clase en bicicleta por el carril-velo. No obstante, este vial no está acabado en el tramo final de la calle, ni tampoco en el enlace previsto con el otro instituto, el Maria Àngels Cardona. La concejala Anna Maria Pons Capella explica que el retraso de la empresa ha pospuesto una semana el final de la obra en la calle Mallorca, que a la par ha de facilitar la continuación del carril-bici hasta el centro educativo. Cuando el vial de la calle Mallorca pueda conectar con la calle Bisbe Juano y con la carretera hacia Sa Caleta, se podrán completar las obras que hacen falta para facilitar el tránsito de las bicicletas.

Pons Capella admite que le hubiera gustado que estas obras estuvieran listas el próximo lunes, para el inicio del curso escolar, pero lamenta que por las vacaciones de la empresa y los días festivos en Maó no haya podido ser realidad. En este momento, la concejala piensa que en el mes de octubre todo podrá estar enlazado y acabado.