"Hay lotería de Navidad", ese el mensaje que adorna muchas de las administraciones de lotería de la Isla. En el caso de la número 1 de Ciutadella, en un segundo cartel se puede leer la esperanzadora frase "Este año toca". Y es que la venta de billetes para el sorteo más importante del año supone una buena inyección estival para un negocio que a nivel global está perdiendo un poco por culpa de la crisis, pero que según comentan quienes viven de ello no se pueden quejar si se tiene en cuenta la que está cayendo.
Si durante los veranos anteriores ya se había constatado que el negocio durante el período estival revive gracias al turismo nacional, el aumento de visitas de esta temporada ha supuesto un empujón aún mayor, aunque de diferente intensidad según quien sea el entrevistado. Entre quienes más satisfechos están figura la veterana lotera de Ciutadella Valentina Fuxà, quien comenta que las ventas para el sorteo del 22 de diciembre prácticamente se han duplicado respecto al verano pasado. Y es que según explica, la gente cuando viaja "ya no compran sólo para ellos mismos, sino también como regalo o souvenir para familiares y amigos". Confiesa Fuxà que durante muchas tardes del pasado mes de agosto se formaron colas en su negocio para comprar boletos.
En la otra punta de la Isla, en Maó, uno de los responsables de la oficina que dirige Jesús Bermúdez Escribano son menos optimistas. Allí reconocen que si lo normal es que en verano el negocio vaya mejor, "éste se está vendiendo un poco más", aunque a la hora de pasar revista a los meses de temporada baja sostienen que "quien antes se gastaba 10, ahora sólo invierte siete". Un colega de la administración número 4, quien no podía dedicar mucho tiempo a la entrevista telefónica porque tenía cola en su local, confesaba con prisa que "nos salvan los turistas españoles".
Está claro que la venta veraniega se produce en cualquier punto turístico de la geografía española, algo que no pasa desapercibido para los responsables de Loterías del Estado, que lanzan campañas de promoción estivales. En la de este año se puede ver a un Papá Noel subido en la torre de vigilancia de una playa y un texto que reza "¿Y si cae aquí?. Tristemente, en el caso de Menorca la suerte ha sido bastante esquiva durante los últimos años en Navidad.
En otro centro de autorizado de Ciutadella para apuestas del Estado se informa en un cartel de que la lotería no se venderá hasta después del verano, concretamente hasta mediados de noviembre. El sistema que se utilizará en este caso será el de boletos electrónicos, que suponen una de las novedades más importantes de este año ya que cada cliente podrá elegir su número favorito. En ese sentido, encuestas a nivel estatal confirman que el más demandado es el que coincide con las cifras del la fecha en que la selección levantó la Copa del Mundo.
Sin embargo no todo pinta tan bien para quienes se dedican a repartir suerte. Gonzalo vende cupones de la ONCE en la zona de Ses Voltes de Ciutadella y confiesa que si vienen más turistas ello no implica que se vendan más boletos. En su caso, según explica, desde que comenzó las crisis, las ventas se han reducido en torno a un 40 por ciento.
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