Bronces oxidados, pinturas destensadas y agrietadas, cerámicas con fisuras y pérdida del vidriado, monedas menorquinas del siglo XVIII afectadas por la corrosión, ánforas rotas por la acumulación de sales, documentos manuscritos deteriorados por la oxidación del papel o la proliferación de microorganismos. Los fondos que alberga el Museu de Menorca, tanto en las colecciones expuestas al público como en sus almacenes, en lugar de hallarse protegidos se encuentran en serio peligro, debido a la falta de las condiciones adecuadas de climatización y mantenimiento en el edificio.
Así lo pone de manifiesto el informe técnico emitido por la dirección y los técnicos del centro, al que ha tenido acceso este diario, y en el que se califica de "deplorable" el estado actual de las infraestructuras del inmueble, al que llegan todos los objetos procedentes de las excavaciones para su conservación. Unos hallazgos cuya pervivencia, según dicho análisis, en algunos casos está amenazada "incluso a corto y medio plazo" a causa de las malas condiciones ambientales, las variaciones de humedad y de temperatura, ya que no existe un sistema de climatización centralizado que sostenga dichos niveles sin oscilaciones durante todo el año.
El informe sobre el estado de las infraestructuras y fondos del Museu de Menorca, elaborado por el equipo que trabaja al frente de las instalaciones (un director-conservador; un arqueólogo y técnico superior del museo; una historiadora del arte y técnico medio; una restauradora; y un arqueólogo-maestro, responsable del gabinete didáctico) es conocido tanto por la Conselleria de Cultura del Govern balear como por la Gerencia de Infraestructuras y la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura.
Pero pese al riesgo existente para las piezas que conforman el patrimonio histórico menorquín -el informe revela que se ha llegado a la pérdida total de algún objeto arqueológico-, el proyecto de acondicionamiento y climatización del museo sigue a la espera de contar con una partida económica, esta vez con cargo a los próximos Presupuestos Generales de 2011, según señalaron ayer desde la Conselleria de Cultura del Govern. En esa fecha se habrán cumplido ya cinco años desde la avería definitiva de la instalación de aire acondicionado en el edificio.
Falta de vigilancia
En el área de exposición permanente del museo -donde se exhiben los materiales que van desde el primer poblamiento de Menorca hasta el final del mundo antiguo-, existen deficiencias que requieren una solución urgente, como es la puesta en marcha de los sistemas antiincendio, que actualmente no funcionan, con el consiguiente riesgo para las personas y para las colecciones en el caso de que se declare un fuego en el recinto.
A la falta de aire acondicionado y deshumidificadores, se suma la inexistencia de cámaras de vigilancia y control de las vitrinas en las que se muestran las figuras del dios egipcio Imhotep y el toro de Torralba, expositores que carecen de cierre hermético.
El calor y la humedad, que ayer mismo provocó de nuevo que algunos visitantes se encontraran indispuestos, afecta también al personal que trabaja en el museo. El informe técnico señala que, en el área administrativa y científica, las condiciones de trabajo han empeorado en los últimos años. Asimismo, dichas condiciones tienen una incidencia negativa en los materiales que se custodian en la biblioteca, algunos de ellos manuscritos importantes de la historia de la Isla y que son depósitos de particulares.
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