Durante una visita informal del alcalde de Maó, Vicenç Tur, a la finca de Mongofra, la presidenta de la Fundació Rubió Tudurí-Andrómaco, Mercè Rubió, declaró que actualmente se están llevando a cabo trámites para convertir la propiedad en un hotel rural o destinarla al agroturismo. Rubió fue contundente: "Esta casa necesita ponerse las pilas, tiene que haber vida". Con ello, la presidenta hacía referencia al gran esfuerzo que supone mantener el espacio en condiciones, "lo que hay aquí es patrimonio menorquín y debe ser visto y aprovechado mediante la realización de numerosas actividades durante todo el año".
Rubió está interesada en organizar talleres gastronómicos, culturales o ecuestres, entre otros, pero, para poder desarrollarlos de manera continuada, se debe contar con las licencias oportunas. El alcalde de Maó hizo hincapié en la fragilidad del entorno en el que se encuentra ubicada la finca y lo que esto supone, "nos hemos dado dos años de plazo para diseñar un proyecto que englobe tanto la posibilidad del hotel rural como las diferentes actividades sin poner en peligro una zona ambiental tan importante como ésta". Mercè Rubió insistió en la importancia de aligerar los trámites para llevar la idea a la práctica y poder conseguir un rendimiento durante todo el año, siempre preservando el entorno.
Todos de acuerdo
Según Rubió, el pasado mes de diciembre se realizó una reunión del Patronato en la que, por unanimidad, se aprobó la idea de convertir Mongofra en un hotel rural. "En principio, dijeron que sí, lo que luego hagan ya se verá", explicaba la presidenta, quien añadió que tener los permisos para esta actividad autorizaría la posibilidad de organizar talleres de forma continuada y no puntual, como se ha venido haciendo hasta ahora. "Ya hemos iniciado los trámites pero hay que rellenar muchos expedientes y es muy complicado.
Aquí es posible alojar a unas 35 personas y se podría dar uso a las construcciones que rodean la casa". Sin embargo, algunos miembros del Patronato señalaron ayer que "habría que sentarse y hablar seriamente sobre la iniciativa del hotel rural porque ello conllevaría una gran inversión", además, consideran que la aprobación de la idea va más encaminada a solicitar los permisos para poder desarrollar otras actividades ajenas al alojamiento turístico propiamente dicho.
Mientras hablaban del futuro de la finca, tanto Rubió como Tur coincidieron en que Mongofra debería convertirse en modelo de casa sostenible ya que posee las condiciones necesarias.
La presidenta comentó que, durante esta temporada, algunos turistas han ido a visitar tanto la casa como la capilla cuando "todavía no se puede" y ha querido remarcar que las visitas a la finca deben organizarse llamando por teléfono a la oficina.
Una visita no compartida
Vicenç Tur no pudo asistir a la inauguración de la capilla de Mongofra hace un mes por motivos personales por lo que la de ayer fue su primera visita a la finca. Según fuentes del Patronato de la Fundació Rubió Tudurí-Andrómaco, algunos miembros de este Patronato no estaban al tanto de que el alcalde fuera a visitar la propiedad. "Mercè Rubió va a lo suyo, no nos ha notificado nada acerca de esta visita", explican sin querer hacer más declaraciones. Reconocen, no obstante, que estuvieron de acuerdo en su día en la solicitud de permisos para poder realizar más actividades en Mongofra.
El alcalde de Maó pudo ver la reciente reforma de la capilla, así como diversas estancias de la casa, aprovechando la ocasión para comentar con Rubió las posibilidades de futuro de este espacio emblemático.
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