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El agosto en Menorca suele ser bastante inestable meteorológicamente. Empiezan las lluvias, amanecen días nublados, sopla el viento... el tiempo da un giro y ya no es tan habitual la racha de una semana entera soleada que brinda el mes de julio. Precisamente porque a veces, y a pesar del calor, el tiempo no acaba de acompañar para ir a tostarse al sol o darse un chapuzón, resulta interesante saber cómo ha empezado este mes de agosto para los trabajadores que viven directamente de la playa: los hamaqueros y los propietarios de los chiringuitos.

Concretamente en la playa de Punta Prima parece ser que saltan las chispas. El dueño de un restaurante en primera línea ha dicho de forma clara que la playa "está hecha un asco". El hombre, que lleva trece temporadas al frente del local, explica que hace unos siete años era una preciosidad, "ahora han dejado crecer unos arbustos con los que se pinchan los niños. Han quitado las duchas, ya no hay ni un velomar... es una playa muerta y sucia, de las peores de Menorca", asegura el propietario del chiringuito, quien afirma que los políticos actuales no tienen ni idea de turismo y que han conseguido "que venga la chusma" en vez del turista de calidad que solía venir. También explica que antes un particular iba de noche y arreglaba la arena, "ahora está descuidada. Esto es una ruina y dan ganas de cerrar y cobrar el paro", concluye.

El hamaquero de la misma playa también admite que el mes ha empezado bastante flojo, "se nota que hay crisis, la gente no se quiere gastar tanto dinero. Además, el tiempo está raro y hay medusas". El encargado cuenta que los turistas se quejan porque no hay duchas "pero, por otro lado, también se ve que con el lavapiés abusan del agua". En cuanto al resto de servicios, el hamaquero opina que haría falta limpiar la playa más a menudo e instalar aseos públicos.

Una leve subida
Luis, propietario del chiringuito Los Bucaneros, en la playa de Binibèquer, afirma que "aunque el tiempo está un poco revuelto, se nota que ha llegado agosto, hay una pequeña subida a mejor y esperamos que el mes continúe así, sería fabuloso". Eso sí, también sugiere al Ayuntamiento que se dote la playa de servicios "porque nuestro váter es el que utilizan todos los bañistas y nos lo dejan hecho una porquería. La gente podría tener un poco más de consideración".

Pero, ¿qué hay de la opinión de los bañistas? En la playa de Son Bou la respuesta ha sido unánime: los precios de las hamacas y los chiringuitos son muy caros, y hacen falta servicios públicos. Por lo demás y en general, ninguna queja. La mayoría asegura que "tiene que llover mucho para que no vayamos a la playa porque, si no, no hay mucha alternativa".