Ángela abrió ayer las puertas de su casa a la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor. Eran las 12.45 horas cuando abandonó durante unos minutos las tareas del hogar para recibir a su invitada de lujo ante la atenta mirada de sus vecinas, que se arremolinaban en el rellano para seguir de cerca el acontecimiento del día en el edificio de viviendas ubicado en la confluencia de las calles Vives Llull y Ciutadella, declarado como Área de Rehabilitación Integral (ARI).
Mientras tanto, en la zona de aparcamiento, un gato bostezaba en la repisa de una ventana ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor y los técnicos de sonido realizaban las pruebas necesarias para que todo estuviera a punto para los parlamentos oficiales.
La titular de la cartera de Vivienda, seguida de cerca por el conseller balear de Vivienda y Obras Públicas, Jaume Carbonero; la consellera balear de Turismo y Trabajo, Joana Barceló; el presidente del Consell, Marc Pons, y el alcalde de Maó, Vicenç Tur, pudo admirar de cerca el resultado de los trabajos de rehabilitación del edificio, que finalizaron el pasado mes de febrero y que han beneficiado a 66 familias.
Corredor, que se mostró accesible y cercana en todo momento, no dudó a la hora de acercarse a los vecinos para felicitarles por las mejoras en sus pisos y bromeó sobre las relucientes marcas viales que delimitaban los aparcamientos. "No hay nada como una visita para que se ultimen todos los detalles", le comentó divertida a Tur.
Bajo una carpa instalada para la ocasión, la ministra se arrancó en catalán con un "molt bon dia a tothom". Corredor recordó que fue ella misma la que, en 2008, firmó el convenio para la rehabilitación de esta zona ARI y se mostró muy satisfecha del resultado. "Muchas veces, desde los despachos de las instituciones firmamos convenios y disponemos presupuestos y a mí me importa mucho comprobar que la actuación de la administración pública llega a los que tiene que llegar: a los vecinos", señaló.
La titular de Vivienda reconoció que "todas las administraciones hemos tenido que afrontar un recorte del presupuesto y será necesario priorizar las actuaciones". En este sentido, indicó que su departamento otorgará especial importancia a las políticas de alquiler y a la rehabilitación que, "además de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, genera empleo y actividad económica".
Asimismo, añadió que próximamente otras 90 familias de Maó se beneficiarán de las segunda fase del proyecto de rehabilitación de zonas ARI, para el que el Ministerio destinará un millón de euros.
En este sentido también se pronunció el alcalde, quien destacó que "lo que aquí vemos es sólo una pequeña muestra de un ambicioso proyecto que ahora empieza su segunda fase".
Por su parte, Carbonero remarcó que Menorca es la única isla de Balears en la que todos los municipios cuentan una declaración de ARI. "En Menorca existe una política de rehabilitación absolutamente pionera que está dando unos resultados magníficos", indicó el conseller, quien aprovechó la ocasión para agradecer a la ministra "que se baje al tajo, que venga a saludar a los vecinos y a comprobar las actuaciones que se han llevado a cabo".
Ca n'Oliver
Corredor visitó también ayer el emblemático Palau Oliver, cuyas obras de rehabilitación se iniciarán a finales de este año o a principios de 2011, según indicó. Los trabajos tendrán una duración de 30 meses y cuentan con un presupuesto de 3,3 millones de euros, financiados en su totalidad por el Ministerio de Vivienda.
En Ca n'Oliver, la ministra fue recibida por la archivera y cronista del Ayuntamiento de Maó, María Ángeles Hernández, quien le ofreció una extensa exposición sobre la historia del simbólico palacio mahonés.
Corredor realizó un recorrido por las salas más representativas del edificio e incluso tuvo oportunidad de charlar brevemente con el anterior propietario del Palau Oliver, Eduardo Victori.
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