Catamarán - Elena/PDB

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"Con este calor, no nos apetece playa ni otro tipo de excursiones" comentaba una turista inglesa. Tanto ella y su marido como el resto de visitantes que se montaron ayer en el 'Yellow Catamarán' huían de las altas temperaturas y es que, hay que admitir que cuando el barco amarillo se pone en marcha, le llega a uno una brisa muy agradable. El recorrido que realizan las embarcaciones de este tipo son ideales para aquellas personas que quieren saber más sobre la historia del puerto natural más grande del Mediterráneo. De hecho, a los niños les encanta la parada que se realiza en Es Clot para poder ver el fondo y los peces. Antonio Ares, patrón del barco desde hace 11 años, asegura que la clientela es de muchos países y que en los días nublados o de excesivo calor la zona está a rebosar.
Mientras se realizaba el recorrido, hubo varios comentarios curiosos. Un turista alemán se sorprendía por el estado de abandono en Cala Fonduco. Una señora italiana decía que la Isla del Rey parecía tropical. En cualquier caso, todos ellos se irán sabiendo algo más acerca del puerto de Maó .