CONTRIBUYENTES. Los recibos experimentarán un incremento medio del 4 por ciento, menos de la mitad que si se mantuviera el gravamen - Archivo

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El equipo de gobierno de Sant Lluís ya tiene a punto la propuesta para reducir de forma gradual el tipo impositivo del IBI del 0,65 al 0,50 en los próximos seis años, según ha informado la teniente de alcalde de Hacienda, Carolina Marquès. El compromiso político adquirido por PSOE y PSM-Verds será ratificado el próximo miércoles por el pleno, gracias a la mayoría absoluta que disfruta el equipo de gobierno presidido por el alcalde Llorenç Carretero.

La responsable del área económica, Carolina Marquès, recuerda que el equipo de gobierno decidió a finales del pasado año llevar a cabo la reducción del tipo impositivo del IBI, al objeto de compensar la aplicación de la revisión catastral en los recibos de los contribuyentes en una coyuntura de crisis económica. Para ello, desde el área económica se encargó un estudio sobre el particular al equipo asesor de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) con el objetivo de trabajar sobre diferentes opciones, aunque con la garantía de que no repercutiera negativamente en la capacidad financiera de la institución municipal.

A partir del estudio económico, el equipo de gobierno propone bajar el gravamen de competencia municipal para el próximo año del 0,65 al 0,61, lo que permitirá que se reduzca a la mitad el incremento que experimentarán anualmente los recibos. Por ello, en 2011 los contribuyentes pagarán un promedio del 4 por ciento más en relación al importe de este año que, en el supuesto de que no se redujera el tipo impositivo, alcanzaría hasta el 12 por ciento.

Previsión
La propuesta contempla además el tipo impositivo de cada año hasta alcanzar el 2016, ejercicio en el que finaliza la repercusión de la revisión catastral realizada en 2006 y aplicada a partir del año siguiente. Así, se propone el tipo del 0,58 para 2012, del 0,55 para 2013, del 0,53 para 2014, del 0,51 para 2015 y del 0,50 para 2016. No obstante, Marquès señala que los diferentes tipos impositivos no se aplicarán de forma automática, sino que será necesario que el pleno modifique puntualmente cada año la ordenanza municipal relativa al IBI.

Aún así, el equipo de gobierno analizará también cada año el efecto que el recorte del tipo impositivo tendrá en las finanzas municipales y en 2013 realizará una revisión a fondo sobre la evolución de dicho impuesto.

Menos recaudación
La reducción del 24 por ciento del tipo impositivo del IBI en los próximos seis años significará que las arcas municipales dejarán de ingresar más de 4,5 millones de euros. No obstante, Marquès ha señalado que el estudio garantiza la solvencia económica del Ayuntamiento y su capacidad para asumir el coste de los diferentes servicios que se ofrecen a los ciudadanos.