TEATRO. El proyecto de reforma de la instalación es una de las iniciativas del actual presidente de la entidad, Antoni Pons Torres - Archivo

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En los últimos tiempos, el Casino 17 de Gener de Ciutadella ha reducido sus costes de manera notable. Lo ha hecho por el contexto de crisis económica, pero también por el retraso en el cobro de las subvenciones que recibe de parte del Ayuntamiento de Ciutadella. El presidente de la entidad, Antoni Pons Torres, explica que "el Govern balear y el Consell están pagando a tiempo. La única administración que se retrasa en los pagos es el Ayuntamiento, lo que nos provoca dificultades de tesorería".

Pons matiza que la situación económica no es delicada, pero afirma que el retraso en la percepción de unos ingresos previstos provocan perjuicios económicos a la entidad.

"Teníamos que cobrar en enero y no lo hemos hecho, y mientras nosotros hemos tenido que avanzar gastos, como los del Carnaval", explica. Esto obliga a la entidad a solicitar financiación externa, lo que implica el pago de unos intereses bancarios. "Al final, lo que cobramos en subvenciones debemos destinarlo al pago de estos intereses", culmina el presidente de la entidad.

Si bien la economía del Casino 17 de Gener no pasa por su mejor momento, esto no ha repercutido, según su presidente, en el volumen de actividades. "Intentamos que éstas no nos generen déficit, puesto que si perdiéramos las actividades estaríamos tirando por la borda la vocación social de la entidad y, por tanto, su sentido de existir". La reducción de gastos se ha producido, por tanto, en conceptos suprimibles, algo que ha aprobado, explica Pons Torres, la junta general de socios. No obstante, el máximo responsable de la entidad admite que "estamos ahora en el límite de la reducción de gastos".

La reforma sigue adelante

A pesar de la situación económica, el presidente de la entidad mantiene en marcha el proyecto para reformar el teatro de la entidad. De hecho, pasadas las fiestas de Sant Joan tiene previsto reunirse con responsables del Govern balear y del Consell para presentarles la iniciativa y pedir financiación. A día de hoy, el Casino cuenta ya con cuatro presupuestos para ejecutar la actuación, y espera aún la propuesta de otras dos empresas. No obstante, la gran diferencia entre la cuantificación de la obra por parte de las empresas ha motivado el análisis minucioso de cada una de ellas para investigar si todos los gastos están justificados.

El proyecto de reforma se dividiría en tres fases. La primera serviría para adecuar los sistemas de seguridad de la sala a las exigencias actuales, y mejorar el patio de butacas, actualmente muy obsoleto. Esta fase sería la prioritaria. Las otras dos consistirían en la mejora de la caja escénica y la intervención en la decoración del teatro y en elementos más superficiales. Pons Torres se resiste a cuantificar cada una de estas fases, sobre todo tras ver la disparidad de presupuestos que presentan las empresas que optan a un proyecto aún sin financiación.