Javier Álvarez y José Alfredo Suárez son la viva imagen de la desesperación. Su dilatada experiencia les avaló a la hora de ser contratados para ejecutar buena parte de los trabajos submarinos que ha requerido la construcción de la desalinizadora de Ciutadella, pero no les ha servido para evitar las dramáticas consecuencias del impago por parte de Acciona Agua, S.A.
"Si no nos pagan estamos para cerrar mañana, de momento hemos tenido que mandar al paro a los obreros", confiesa Álvarez, quien, como Suárez, no sabe cómo luchar contra la impotencia que les causa estar contra las cuerdas porque no se les abonan los trabajos que han realizado, cuyo valor se acerca a los 100.000 euros, si bien las facturas emitidas suman 81.116 euros."Llevamos un año sin cobrar y, claro, debemos a nuestros proveedores, a Hacienda, a la Seguridad Social. Nos han salido otros trabajos y no hemos podido cogerlos porque no tenemos ni para pagar la gasolina de la furgoneta. No sabemos qué hacer, hemos pensado hasta ponernos en huelga de hambre", se lamenta Álvarez.
Álvarez y Suárez son dos de los buzos socios de Trabajos Submarinos Menorca e Itacaré IOS. La primera de estas sociedades (TRASUME) fue contratada por Zamorana de Perforación Dirigida -empresa contratada a su vez por Acciona Agua- para realizar una serie de trabajos, parte de los cuales fueron abonados puntualmente. No obstante, a partir de un determinado momento y alegando que algunos cometidos se habían realizado incorrectamente, Zamorana dejó de pagarles 34.431 euros.
Según relatan los socios, TRASUME intentó cobrar esta cantidad de manera amistosa y al no conseguirlo, el 26 de noviembre del año pasado, interpuso la correspondiente demanda contra Zamorana y Acciona, que ha de responder solidariamente en calidad de contratista principal. La resolución de este pleito está pendiente de juicio.
Las discrepancias económicas surgidas entre TRASUME y Zamorana no fueron impedimento para que Acciona contratara posteriormente a Itacaré IOS para ejecutar nuevos trabajos subacuáticos. A juicio de los buzos, este nuevo contrato contradice el motivo esgrimido por Zamorana para no pagar. "No se entiende que digan que algunos trabajos se han realizado de manera incorrecta y nos contraten después", argumenta Álvarez.
Sin embargo, este contrato ha acabado convirtiéndose en un negocio envenenado. Acciona no parece dispuesta a pagar a Itacaré IOS los 53.684 euros facturados. Hoy vence el plazo que tenía para abonar la primera de las facturas emitidas y, según explicaba Álvarez, Acciona no ha dado señales de vida, algo que los buzos vinculan a la existencia de la demanda y que, salvo cambio, les obligará a acudir a la vía judicial.
Esta impresión era confirmada por uno de los responsables de Acciona en Menorca, Rodrigo Quintana, quien al ser consultado, se limitó a señalar que había un procedimiento judicial en marcha, pero no explicó por qué no se pagaban los trabajos directamente contratados por su empresa. Por su parte, la UTE adjudicataria del proyecto puntualizó que entendían que formalmente no hay impago.
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