Tubos. La zona de arena está invadida por tubos, que ahora también ocupan una parte del agua, reduciendo mucho la zona de baño - Cris

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Cala Morell es una de esas zonas peculiares de Menorca. Sin ser una playa de arena blanca, su paisaje típicamente septentrional hace de esta urbanización un reclamo turístico importante, una visita casi obligada. Sus acantilados, su roca con forma de elefante y su resistencia a la tramontana la han convertido muchas veces en postal, pero estos días, la Cala Morell de las postales difiere mucho de la real. Y esto desde hace ya tiempo.

Unas semanas atrás este periódico ya recogía las quejas de la Asociación Hotelera de Menorca por las obras que se realizan en la playa, y sus consecuencias: tubos en medio de la playa, bloques de obra apilados en los márgenes y una cala ya de por sí pequeña reducida aún más para el baño. Ayer, nuevamente empresarios y vecinos de la zona contactaron con este periódico para denunciar que, lejos de mejorar, la situación se mantiene igual e incluso empeora. Los tubos siguen allí, incluso alguno ahora está dentro del agua y, sobre todo, siguen sin conocer la fecha de finalización de unas obras que avanzan lentamente incluso con la temporada alta.

Según aseguran vecinos de la zona, los bañistas, tanto los turistas como los menorquines, han cambiado la frase de "qué bonito es esto" a "¿pero esto qué es?". Desde la zona se espera que, a dos semanas de Sant Joan, las obras se aceleren y se culminen cuanto antes, sobre todo antes de que comience la llamada temporada fuerte.