Pese a que Abraham Lincoln afirmaba que no había manera honorable de matar ni manera gentil de destruir y que nada había bueno en la guerra, excepto que se acababa, Menorca cuenta con un pasado militar innegable. Entre otros vestigios, es testigo de este pasado el castillo de San Felipe, un "gigante dormido", en palabras de Javier Girona, que el Consorcio del Museo Militar de Menorca se muestra dispuesto a despertar.
Por este motivo, y por tercer año consecutivo, los espacios y las galerías subterráneas del enclave situado en la ribera sur de la bocana del puerto de Maó, volverán a revivir escenas de fragorosa lucha y pavoroso asedio, tributarias de un pasado convulso marcado por la rivalidad de franceses, británicos y españoles en el siglo XVIII. Olores, pólvora, disparos, oscuridad, lamentos, voces o silencio permitirán a los visitantes adentrarse en un mundo de sensaciones que les acercará a la dureza de la vida militar de la Edad Moderna, ayudándolos a profundizar en esta período de la historia menorquina.
"San Felipe es el gran desconocido del patrimonio militar de la Isla. De lo que teníamos y de las posibilidades que nos ofrecían las galerías y los espacios del castillo nacieron estas visitas nocturnas", explica Girona. El director del Museo Militar espera que este verano la propuesta se consolide como alternativa de ocio para menorquines y visitantes.
La cuenta atrás ha comenzado. La campaña se desarrollará entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, aprovechando la cobertura que ofrece la noche. Actores y figurantes uniformados, antorchas y quinqués, cañones y mosquetes están preparados. ¿Lo están ustedes? El castillo de San Felipe les espera.
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