El IB-Salut ha prescrito un total de 10.366.754 recetas electrónicas que han beneficiado a 263.913 pacientes desde que este sistema entrara en vigor el 18 de septiembre de 2006 en Baleares, cuando esta comunidad fue pionera en la implantación del mecanismo de dispensación de fármacos.
Estos datos fueron presentados hoy por el conseller de Salud y Consumo, Vicenç Thomàs, en una rueda de prensa en la que hizo balance de este sistema que su departamento espera implantar completamente en Baleares dentro de este año.
Así, Thomàs explicó que el 54 por ciento de las recetas que actualmente dispensa el Ib-Salut son electrónicas y señaló, asimismo, que el 35,6 por ciento de los pacientes de las islas, es decir, uno de cada tres, que ha necesitado una prestación farmacéutica la ha recibido a través de este innovador sistema.
Por islas, en Mallorca se han contabilizado 7.188.274 dispensaciones de fármacos con tarjeta electrónica a 186.205 pacientes. En Menorca, se han realizado 838.075 prescripciones a 27.973 pacientes y en Eivissa y Formentera, las primeras islas en las que se implantó este sistema, 49.735 pacientes se han beneficiado de 2.340.405 recetas.
El titular balear de Salud destacó que toda la red de Atención Primaria de las islas ya tiene implantado este sistema, lo que supone que está presente en las 57 zonas básicas de salud del archipiélago, en todas las farmacias y que sea dispensado por los 743 médicos de la comunidad.
No obstante, para que la receta electrónica esté "plenamente" implantada en la comunidad es necesario que esté operativo en todos los hospitales de las islas, lo cual se espera que se lleve a cabo durante este año. Actualmente, la receta electrónica es utilizada en el Hospital Comarcal de Inca; el de Formentera y el complejo hospitalario de Gesma (General, Psiquiátrico y Joan March). En el resto de centros, el porcentaje de servicios que cuentan con la receta electrónica es del 62 por ciento en el Hospital de Manacor, del 43 por ciento en Son Llàtzer; del 41 por ciento en Son Dureta y Can Misses; y del 4,5 por ciento en el Mateu Orfila.
El conseller concluyó que la receta electrónica evita desplazamientos, argumento que se apoya en un estudio realizado entre 2008 y 2009 en los centros sanitarios de Eivissa y Formentera (islas en las que se implantó primero), donde en el primer año se redujo un 34,8 por ciento el número de consultas de enfermería y un 12,3 por ciento las visitas al médico de familia. El segundo año el descenso de estos porcentajes fue del 35,8 por ciento en el caso del área de enfermería y del 22,8 por ciento en las consultas médicas.
Otra de las "ventajas" de este sistema es que se ha incrementado un 88 por ciento la dispensación de medicamentos genéricos en Baleares debido a que el médico de familia tiene la posibilidad de prescribir el principio activo del fármaco.
El director del IB-Salut, Josep Pomar, quien también participó en la rueda de prensa, apuntó que este sistema permite que se puedan realizar recetas electrónicas y consultar la historia clínica con la utilización de la tarjeta electrónica sanitaria. Asimismo, recalcó que las protección de datos está garantizada con este mecanismo y apostilló, en este sentido, que resulta "opaco para las personas sin autorización".
Funcionamiento de la receta electrónica
Thomàs explicó que la receta electrónica facilita en gran medida la prescripción de los medicamentos, que queda registrada en la tarjeta sanitaria personal del paciente, de forma que éste debe presentarla en las farmacias para obtener los fármacos. Este sistema permite que los enfermos crónicos, por ejemplo, que tienen que acudir periódicamente al centro de salud para que le hagan la prescripción, puedan ahorrarse el desplazamiento ya que en la tarjeta aparece reflejado el tipo de tratamiento que necesita y la duración del mismo.
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