Cambio. La actual fisonomía de este tramo se modificará con la puesta en marcha del desvío y el rediseño de esta vía - Cris

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Los ciudadanos de Barcelona votan estos días si quieren reformar la Diagonal. Una experiencia similar se podría vivir en Ferreries a finales de este año para decidir qué hacer con la actual carretera cuando el desvío esté en funcionamiento. El Consell tiene previsto convocar un concurso de ideas en el que se presenten varios proyectos para reconvertir la actual carretera general en una vía más humana e integrada dentro del casco urbano.

Cuando el desvío esté en funcionamiento, lo que ahora es carretera general dejará de soportar el tránsito de vehículos actual, y su fisonomía podrá modificarse. Esta es una de las premisas que hace tiempo está sobre la mesa en Ferreries, y que ahora, con el inicio de las obras a la vuelta de la esquina, coge más fuerza. Es por ello que el conseller de Mobilitat, Damià Borràs, quiere convocar el concurso de ideas a finales de verano, con la intención de que cuando acabe este año se pueda contar ya con varios proyectos sobre la mesa a partir de los cuales se abra el debate en Ferreries.El alcalde, Josep Carreres, quiere que los ferrerienses tengan voz y voto en este proceso de participación. Al fin y al cabo, será una de las transformaciones que pueden cambiar la fisonomía del municipio, y de ella depende en buena parte acabar con la frontera que supone actualmente la carretera, que divide en dos el pueblo. Sobre la naturaleza de la actuación, Carreres espera a ver las propuestas.

Si bien aún falta para conocer las propuestas de este concurso de ideas, hay dos tramos de actuación bien diferenciados en esta iniciativa. El primero es el comprendido entre la rotonda del Polígono Industrial (POIFE) y la rotonda de la plaza Príncep Joan Carles. Su amplitud (actualmente hay cuatro carriles de circulación) permite una actuación ambiciosa. Las opciones de habilitar una gran rambla central, o convertir la carretera en un bulevar están sobre la mesa, pero se espera que mediante el concurso de ideas se aporten El segundo tramo discurre entre la rotonda de la plaza Príncep Joan Carles y Ses Delícies, es decir, la entrada hacia la carretera de Es Migjorn. Este espacio, por su poca amplitud, permite pocas actuaciones complementarias, a no ser que se limite la circulación a un solo sentido. Si se elimina un carril, habría espacio suficiente para habilitar aceras y otros elementos, pero implicaría una reordenación del tránsito. Así lo entiende Damià Borràs, quien entiende que en este caso, sería necesario un estudio preciso para reordenar la circulación y no provocar problemas. "Es una decisión del Ayuntamiento, pero conviene tener en cuenta todos los detalles", apunta Borràs.

En este sentido, una posible opción sería convertir el tramo entre la plaza Príncep Joan Carles y Ses Delícies en una vía de subida (dirección solamente hacia Ciutadella). De este modo, los vehículos que entraran en Ferreries desde Ciutadella se desviarían por la carretera de Es Migjorn Gran, desde donde tendrían la opción de entrar en Ferreries, seguir hacia Es Migjorn, o seguir hacia Maó usando la avenida de Ses Moreres, que sale a la rotonda de POIFE. Es, de momento, solamente una opción, puesto que el concurso de ideas aún debe convocarse, analizarse sus resultados y votarlos. Una vez la carretera deje de serlo y pase a ser una calle más de Ferreries, deberá decidirse qué pasa con esa vía. En principio, como pasa en otros puntos de Menorca, el Consell seguirá siendo el titular de la misma, si bien la gestión correría a cargo del Ayuntamiento. Esta es la hipótesis más probable, pero el tema deberá negociarse. Lo que sí tiene claro Damià Borràs es que, en caso de un traspaso de titularidad, el Consell lo hará tras haber acometido la reforma. En este sentido, el conseller asegura que esta actuación no está prevista dentro del proyecto de construcción del desvío de Ferreries, aunque podría plantearse incluirla como proyecto complementario. Una cosa está clara: la reforma de la carretera se realizará al mismo tiempo que las obras del desvío.

Una experiencia similar se podría vivir en Ferreries a finales de este año para decidir qué hacer con la actual carretera cuando el desvío esté en funcionamiento. El Consell tiene previsto convocar un concurso de ideas en el que se presenten varios proyectos para reconvertir la actual carretera general en una vía más humana e integrada dentro del casco urbano. Cuando el desvío esté en funcionamiento, lo que ahora es carretera general dejará de soportar el tránsito de vehículos actual, y su fisonomía podrá modificarse. Esta es una de las premisas que hace tiempo está sobre la mesa en Ferreries, y que ahora, con el inicio de las obras a la vuelta de la esquina, coge más fuerza. Es por ello que el conseller de Mobilitat, Damià Borràs, quiere convocar el concurso de ideas a finales de verano, con la intención de que cuando acabe este año se pueda contar ya con varios proyectos sobre la mesa a partir de los cuales se abra el debate en Ferreries.El alcalde, Josep Carreres, quiere que los ferrerienses tengan voz y voto en este proceso de participación. Al fin y al cabo, será una de las transformaciones que pueden cambiar la fisonomía del municipio, y de ella depende en buena parte acabar con la frontera que supone actualmente la carretera, que divide en dos el pueblo. Sobre la naturaleza de la actuación, Carreres espera a ver las propuestas.

Si bien aún falta para conocer las propuestas de este concurso de ideas, hay dos tramos de actuación bien diferenciados en esta iniciativa. El primero es el comprendido entre la rotonda del Polígono Industrial (POIFE) y la rotonda de la plaza Príncep Joan Carles. Su amplitud (actualmente hay cuatro carriles de circulación) permite una actuación ambiciosa. Las opciones de habilitar una gran rambla central, o convertir la carretera en un bulevar están sobre la mesa, pero se espera que mediante el concurso de ideas se aporten El segundo tramo discurre entre la rotonda de la plaza Príncep Joan Carles y Ses Delícies, es decir, la entrada hacia la carretera de Es Migjorn. Este espacio, por su poca amplitud, permite pocas actuaciones complementarias, a no ser que se limite la circulación a un solo sentido. Si se elimina un carril, habría espacio suficiente para habilitar aceras y otros elementos, pero implicaría una reordenación del tránsito. Así lo entiende Damià Borràs, quien entiende que en este caso, sería necesario un estudio preciso para reordenar la circulación y no provocar problemas. "Es una decisión del Ayuntamiento, pero conviene tener en cuenta todos los detalles", apunta Borràs.En este sentido, una posible opción sería convertir el tramo entre la plaza Príncep Joan Carles y Ses Delícies en una vía de subida (dirección solamente hacia Ciutadella). De este modo, los vehículos que entraran en Ferreries desde Ciutadella se desviarían por la carretera de Es Migjorn Gran, desde donde tendrían la opción de entrar en Ferreries, seguir hacia Es Migjorn, o seguir hacia Maó usando la avenida de Ses Moreres, que sale a la rotonda de POIFE. Es, de momento, solamente una opción, puesto que el concurso de ideas aún debe convocarse, analizarse sus resultados y votarlos.

Una vez la carretera deje de serlo y pase a ser una calle más de Ferreries, deberá decidirse qué pasa con esa vía. En principio, como pasa en otros puntos de Menorca, el Consell seguirá siendo el titular de la misma, si bien la gestión correría a cargo del Ayuntamiento. Esta es la hipótesis más probable, pero el tema deberá negociarse. Lo que sí tiene claro Damià Borràs es que, en caso de un traspaso de titularidad, el Consell lo hará tras haber acometido la reforma. En este sentido, el conseller asegura que esta actuación no está prevista dentro del proyecto de construcción del desvío de Ferreries, aunque podría plantearse incluirla como proyecto complementario. Una cosa está clara: la reforma de la carretera se realizará al mismo tiempo que las obras del desvío.